Seguro que has oído estas palabras:
«Plantas fijadoras de nitrógeno».
Y no tienes claro lo que significa…
O quizá sí que te hagas una idea, pero no entiendes las implicaciones, o bien te gustaría ver una lista de qué plantas son fijadoras de nitrógeno.
Pues bien, en este breve artículo de Gracias Naturaleza te respondo a todas estas dudas y más, así que vamos a ello.
La necesidad de contar con nitrógeno en la tierra
El nitrógeno en las plantas es fundamental para su nutrición.
Las plantas la toman directamente del suelo a través de sus raíces para metabolizarlo, con lo que es necesario que la tierra que las sustenta esté «bien servida» en este elemento químico no metálico.
Normalmente, el nitrógeno (N) se puede añadir de forma artificial por medio de abonos y fertilizantes…
Pero no todo el mundo quiere usar químicos en su cultivo, y existen ciertas plantas capaces de tomar el abundante nitrógeno presente en la atmósfera y nitrar de forma natural la tierra, dejándola preparada para posteriores cultivos.

Como te puedes imaginar, son estas plantas a las que les llamamos fijadoras de nitrógeno.
El ejemplo más claro es el de las plantas leguminosas.
Las plantas fijadoras de nitrógeno son fundamentalmente leguminosas
Ampliamente es conocida la capacidad de las leguminosas como plantas fijadoras de nitrógeno, pero distan de ser las únicas, las hay de todo tipo y de todos los tamaños:
Pequeñas plantas, arbustos e incluso árboles, desde el pequeño trébol hasta la majestuosa acacia.
A continuación se presenta un listado con las plantas fijadoras de nitrógeno más relevantes:
- Alfalfa (Medicago sativa)
- Maackia (Maackia amurensis)
- Mirto de Brabante (Myrica gale)
- Comptonia (Comptonia peregrina)
- Eleagno (Elaeagnus umbellata)
- Baptisia (Baptisia australis)
- Trébol japonés (Lespedeza thunbergii)
- Clitoria (Clitoria mariana)
- Vara de Aarón (Thermopsis villosa)
- Caupí o alubia de ojo de perdiz (Vigna unguiculata)
- Añil bastardo de cayena (Amorpha fruticosa)
- Haba (Vicia faba)
- Lluvia de oro (Laburnum anagyroides)
- Acacia (Acacia sp.)
- Aliso verde (Alnus viridis)
- Elano gris (Elaeagnus multiflora)
- Loto corniculado (Lotus corniculatus)
- Caoba de montaña de hoja plateada (Cercocarpus montanus)
- Falsa acacia (Robinia pseudoacacia)
- Espantalobos (Colutea arborescens)
- Amphicarpa (Amphicarpaea bracteata)
- Cafetero de Kentucky (Gymnocladus dioicus)
- Mezquite dulce (Prosopis glandulosa)
- Retama de olor o ginesta (Spatium junceum)
- Mirto de cera del sur o zarzamora (Myrica cerifera)
Y en efecto, la mayor parte de las plantas presentes en esta lista pertenecen a la familia de las Fabaceae o, dicho de otra forma, de las leguminosas.
Esta es la razón por la que las plantas leguminosas suelen incorporarse en calendarios de rotación de cultivo. Durante su estancia en el huerto, la tierra se volverá más rica en nitrógeno, lo que beneficiará a las plantas que cultives posteriormente.
Como ves, la lista de plantas fijadoras de nitrógeno es amplia, pero si no quieres complicarte la vida, te diré que con la gran mayoría de leguminosas te irá bien. Por ejemplo, puedes cultivar guisantes, plantar habas, plantar garbanzos, sembrar lentejas, etc.
¿Cómo fijan el nitrógeno las leguminosas?
Estamos hablando de una familia de plantas capaces de regenerar el terreno de cultivo de forma ecológica, y lo hace aportando nitrógeno para que la tierra pueda albergar muchas especies de seres vivos y proporcionar jugosas cosechas.
Sin embargo, y aunque son las plantas las que se llevan la fama, no son estas las que en realidad realizan el trabajo. La transformación del nitrógeno del aire (compuesto en un 78% por este elemento) para su fijado al terreno se produce gracias al concurso de unas bacterias simbióticas llamadas rhizobium.
Sí, así es.
Realmente las plantas no hacen nada, aunque se lleven todo el mérito.
Los verdaderos «héroes sin capa» son de este modo las bacterias de sus raíces. No son bacterias malas ni dañinas, sino positivas para el medioambiente y para la planta.
Rhizobium o la historia de una simbiosis que nos beneficia a todos
Las rhizobium son unas bacterias presentes en el suelo que contienen en su metabolismo el secreto de magia que transforma el nitrógeno atmosférico a nitrógeno en la tierra. Se trata de un subgrupo de proteobacterias, dentro del cual existen distingos géneros como Azorhizobium, Allorhizobium, Bradyrhizobium, Sinorhizobium y Mesorhizobium.
Aunque cada vez se entiende que más y más tipos de bacterias mediante simbiosis ayudan a plantas (leguminosas o no) a fijar nitrógeno en el suelo.
Por ejemplo, también son destacables bacterias Gram positivas como los Actinomicetos, que se resultan en la nodulación de raíces de árboles y arbustos.

Sin embargo, estas bacterias necesitan cobijo para poder sobrevivir.
¿Y sabes qué?
Las raíces de las plantas de la familia de las leguminosas son su hábitat preferido.
Concretamente, estas bacterias viven en nódulos localizados en las raíces.
Así pues, se establece una relación simbiótica en la cual las raíces de leguminosas constituyen el entorno perfecto para las bacterias y estas fijan el nitrógeno al suelo para que las plantas prosperen, enriqueciendo de paso el terreno para el beneficio de todos.
El rhizobium se considera en cierto modo como un biofertilizante, puesto que gracias a estas bacterias las plantas prosperarán.
Conclusiones sobre la importancia de la fijación de nitrógeno atmosférico en la tierra
¿Qué te parece?
Es bastante interesante, y uno de los mejores ejemplos de relación simbiótica que hay en la naturaleza, si bien no es tan evidente como las que se forman entre grandes animales.
Sea como sea, las bacterias y plantas fijadoras de nitrógeno (principalmente leguminosas, como ya te he comentado) son una pieza del puzle imprescindible si pretendemos entre todos regenerar el suelo, evitar la erosión y mantener la riqueza y fertilidad de la tierra.
Y si digo que es UNA pieza, es porque hay muchas más.
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Un abrazo enorme y hasta la próxima,
-Mario Angulo

Hola, me llamo Mario y soy un entusiasta de la jardinería y horticultura. También me encantan los animales y el aire libre. Como creador de Gracias Naturaleza, te ayudo a tomarte un descanso del mundo moderno, para vivir una vida más natural y en definitiva más feliz.