Voy directo al grano.
Estas aquí porque te interesan los frutales de hueso y pepita.
Pues bien, esta guía de Gracias Naturaleza te va a encantar.
Aquí te cuento:
- ¿Cuáles son los frutales de hueso y de pepita (con ejemplos)?
- ¿Cómo cuidar estos árboles y qué tener en cuenta?
- ¿Qué tipos de poda son las mejores?
No te quiero hacer malgastar el tiempo, así que paso ya a la información práctica que tú quieres saber. 🙂
¿Cuáles son los frutales de hueso?
Los árboles frutales de hueso son aquellos que producen frutos carnosos denominados «drupa» y poseen en su interior semillas cubiertas por un hueso duro.
Algunos ejemplos de frutales de hueso son:
- El cerezo o guindo (Prunus subg. Cerasus).
- El almendro (Prunus dulcis).
- El ciruelo (Prunus domestica)
- El albaricoquero (Prunus armeniaca).
- El melocotonero o duraznero (Prunus persica).
- El azufaifo o jinjolero (Ziziphus jujuba o Ziziphus lotus).
- El olivo (Olea europaea).
- El aguacate (Persea americana).
Como ves, estos frutales son de lo más diversos.
Muchos de los árboles que se consideran frutales de hueso están clasificados en el género Prunus, de la familia Rosaceae.
Como ejemplo, en esta foto puedes ver un par de albaricoques:

Los albaricoqueros son un tipo de frutales de hueso del género Prunus, como los melocotoneros, nectarinos, cerezos y demás.
Aunque algunos otros, como el olivo, también se suelen considerar como frutales de hueso y son de un género botánico completamente diferente.
Este también es el caso de las frutas conocidas como jujube o azufaifa, que tienen este aspecto…

Efectivamente se parecen en cierto modo a las olivas y en cierto modo a las manzanas. Son una fruta realmente curiosa, producida por el azufaifo.
Pero ojo… porque hay un error en el que no debes caer:
No confundas los frutales de hueso con los frutales de pepita. En algunas ocasiones se utiliza el término de manera intercambiable, pero esto es un gran error.

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Dicho esto, a continuación te cuento qué son los frutales de pepita y te doy algunos ejemplos.
¿Cuáles son los frutales de pepita?
Los árboles frutales de pepita en su interior, son los árboles de frutos tiernos con semillas contenidas dentro de un endocarpio coriáceo.
Algunos ejemplos de frutales de pepita son:
- El manzano (Malus domestica).
- El peral (Pyrus communis).
- El kiwi (Actinidia deliciosa).
- El membrillero (Cydonia oblonga).
Los frutales de pepita son muy queridos y apreciados en gran cantidad de países.
De hecho, existe una innumerable cantidad de variedades de manzano, y también de variedades de peral.
¡Las hay para todos los gustos!

Ya te vas haciendo una idea de cuáles son los frutales de hueso y cuáles son los de pepita, ¿no?
Genial.
Entonces, voy a pasar ya a contarte las particularidades más importantes en el cuidado de frutales.
¿Cómo cuidar los frutales de hueso?
Aviso importante:
El cuidado de los frutales de hueso dependerá del tipo de frutal que tú quieras cuidar. No es lo mismo un ciruelo que un aguacate. ¡No tienen nada que ver! Así que todo el consejo sobre frutales de hueso que pueda darse tan solo es una guía general. Siempre consulta guías específicas de cuidados para cada frutal que quieras cultivar.
Generalmente, la plantación de frutales de hueso se realiza en el mes de diciembre, cuando se inicia el invierno.
Esto es importante.
De hecho, aquí va un hecho crucial:
Drupas y horas de frío
Este tipo de árboles suele necesitar permanecer gran parte del año bajo temperaturas frías («acumular frío»), para posteriormente poder producir frutos grandes y en abundancia.
Por ejemplo, el cerezo necesita de media unas 800 horas de frío (entre 0 y 6 ºC en condiciones ideales) durante el invierno, para que después su floración sea óptima.
Y así producirá buenos frutos, como los de esta foto:

Así que antes de plantar un árbol frutal, ya sea de pepita o hueso, es conveniente tener en cuenta las características del entorno, para así escoger la especie que mejor se adapte al suelo y al clima de la zona.
Ahora van dos preguntas importantes
¿Cómo se abonan? ¿Y cómo se podan? Sigue leyendo y entérate.
Tipo de suelo y abonado ideal
A la hora de plantar frutales de hueso, un punto muy importante es evitar el encharcamiento, utilizando un sustrato que sea rico en materia orgánica y que tenga un buen drenaje.
Además, los frutales de hueso y pepita se desarrollan mejor con los sustratos de pH neutro o ligeramente ácido.
Recuerda:
Un pH neutro es de 7, y un pH ácido es aquel menor de 7.
¡Es esencial que el suelo tenga la profundidad adecuada!
Si es muy pesado y suele encharcarse, se recomienda agregar un sustrato más suelto y asegurar la eliminación del exceso de agua.
Aunque también puedes intentar evitar el encharcamiento instaurando sistemas de riego que optimicen el uso del agua.

Hablando del riego…
¿Cuánto hay que regar y cómo no pasarse?
Más no es mejor.
Mejor es mejor.
El exceso de humedad no favorece el desarrollo de los frutales.
De hecho, muchos de estos árboles necesitan un riego mínimo para evitar la sequedad, a excepción de los primeros años después del trasplante, donde el riego debe ser profundo y espaciado.
Además, es aconsejable detener el riego 15 a 20 días antes de recoger los frutos, de esta forma se disminuye el riesgo de agrietamiento y debilidad de la planta.
Por supuesto, esto varía y mucho según las especies de árboles frutales de las que estemos hablando.
Es decir, hay árboles frutales de hueso que efectivamente requieren más agua para tener buen rendimiento.
Así que de nuevo te lo repito:
Si tienes intenciones serías de plantar y cuidar un frutal de hueso en concreto, no dudes en leer la guía específica de sus cuidados. En este blog, Gracias Naturaleza, encontrarás un montón de guías útiles que escribo con mucha atención al detalle. 🙂
¿Cómo podar los frutales de hueso?
La poda de los árboles frutales es diferente a las demás y se hace con la finalidad de obtener la mayor cantidad de frutos buenos posible.
Si no tienes NI IDEA de este tema…
Entonces te recomiendo leer mi guía completa sobre poda de árboles.
Así aprenderás los términos básicos y los tipos de poda que existen.
Si si que tienes algo de idea, entonces sigue leyendo.
1. Poda de formación en vaso
La idea y el objetivo en la poda de los frutales de hueso es guiar el crecimiento de las ramas para generar una estructura abierta que permita el buen desarrollo de los frutos y la cosecha fácil.
Las podas de formación se hacen cuando el frutal es joven, por razones obvias, ¡para darle forma!
Un ejemplo son las podas que se realizan en el peral blanquilla en forma de vaso.
2. Poda de formación en palmeta
No obstante, también existen podas de formación bastante peculiares, como la poda en palmeta. Esta última es más típica en frutales de pepita, y aunque los frutos obtenidos con este sistema son de gran calidad (porque se consigue muy buena iluminación), el rendimiento es algo inferior a la poda en vaso.
3. Poda de formación en túnel
También existe la llamada poda en túnel, que se está popularizando para especies frutales de hueso como el melocotonero, el nectarino y el ciruelo.
4. Poda de fructificación
Las podas de fructificación se hacen en los frutales adultos para conseguir frutos de la suficiente calidad, porque si por ejemplo hay demasiadas yemas de flor en un árbol, entonces estas compiten por los nutrientes y los frutos serán más pequeños.
También se pueden reducir el número de yemas de madera, si estas son excesivas y le suponen demasiada demanda al árbol de nutrientes.
Sea como sea, hay que revisar estos aspectos antes de realizar cualquier tipo de poda:
- Conocer previamente la época de fructificación de la especie.
- Uso de herramientas afiladas y limpias para evitar enfermedades fúngicas.
- El tiempo de los injertos.
- Controles con productos químicos como herbicidas y fungicidas.
- Factores de carácter ambiental. Ejemplos: climas, iluminación y condiciones del suelo.
- Frecuencia de abonos y riegos.
Por supuesto, no tiene sentido preguntarse cómo podar un frutal sin saber antes cuándo tienes que hacer este proceso. Aquí abajo te respondo a la duda.
¿Cuándo podar tus frutales de hueso o de pepita?
Se puede decir que la mejor época para podar los frutales de hueso y pepita suele ser en invierno, cuando los frutales se encuentran en parada vegetativa.
Sin embargo, esto puede variar en las siguientes circunstancias:
- En zonas cálidas puede hacerse al iniciarse la época invernal.
- En ocasiones, la poda en verde, o la poda de fructificación, se han de realizan en primavera, verano u otoño, según los periodos de floración o fructificación del árbol.
Por su lado, la poda de limpieza es un método de mantenimiento que se lleva a cabo a lo largo de la vida de las plantas. Esta toda no es exclusiva de los frutales, sino que se realiza en toda clase de árboles.
Consiste en estas acciones:
- Eliminar trozos muertos de ramas.
- Quitar ramas secas, con daños o parasitadas.
- Separar ramas mal orientadas que inhiben la luz y la oxigenación al centro del árbol.
- Descartar brotes en la base de la planta.
Conclusiones sobre los frutales de hueso y pepita
En conclusión, espero que tras leer esta guía ya tengas claros cuales son los árboles frutales de hueso y de pepita, que pertenecen a distintas familias pero muchos de son de la misma (Rosaceae). También espero que ya te hagas mejor idea sobre sus características y sobre cómo tienen que ser cuidados.
En concreto, yo he notado bastante interés sobre el tema de la poda, así que he decidido dedicar una parte notable del artículo a tratar bien este tema.
¡No caigas en estos errores!
Vamos a ver. Si has llegado al final de este artículo, es porque DE VERDAD te importa la salud de tus frutales.
Pues bien, en ese caso, no puedes perderte mi ebook gratuito sobre los peores errores a evitar en tu huerto, jardín o incluso en tus plantas de interior.
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¡Te prometo que te será super útil!
Un abrazo enorme y hasta la próxima,
-Mario Angulo

Hola, me llamo Mario y soy un entusiasta de la jardinería y horticultura. También me encantan los animales y el aire libre. Como creador de Gracias Naturaleza, te ayudo a tomarte un descanso del mundo moderno, para vivir una vida más natural y en definitiva más feliz.