¿Quieres saber cuál es el fruto de la encina?
Pues enseguida lo sabrás.
Porque en este artículo te cuento todo sobre el fruto de la encina, que resulta ser bastante interesante. 🙂
Seguro que estás deseando comenzar.
Así que sin más dilación, vamos al tema.
¿Cuál es el fruto de la encina?
El fruto de la encina, también llamada carrasca o chaparro (Quercus ilex) es la bellota, un fruto seco muy nutritivo por su alto contenido en hidratos de carbono, ácidos grasos insaturados y proteínas. Supone un gran sustento para la fauna silvestre y un excelente alimento para el ganado.
¡En efecto!
El fruto de la encina es la bellota.
Pero no te dejes engañar.
Por muy simple que parezca, resulta que este fruto encierra secretos de lo más interesantes.
¿De qué flor salen los frutos de la encina?
Para empezar, resulta que la encina es un árbol de tipo monoico. Esto significa que un mismo árbol tiene flores masculinas y flores femeninas. Florece entre los meses de marzo y mayo.
A la flor masculina de la encina, en amentos colgantes de color amarillo dorado, se le llama candela, pero son las pequeñas y poco vistosas flores femeninas las que fructifican para convertirse en bellotas.

¿Cuándo maduran las bellotas?
Los frutos de la encina, es decir, las bellotas, maduran de octubre a noviembre. Al principio son de color verde, que se vuelve marrón oscuro cuando están completamente maduras.
Eso sí, una encina recién sembrada no comenzará a dar bellotas hasta que tenga de 10 a 15 años de vida.

¿Son útiles los frutos de la encina?
¡Y tanto que son útiles! Además de sus características nutritivas, con estos frutos puedes sembrar bellotas en el campo, lo que de hecho es una actividad ecológica muy gratificante, con la que contribuyes a la reforestación de la tierra con árboles autóctonos muy resilientes.

Además, protegen el suelo y dan alimento a animales como jabalíes, ciervos, ardillas y muchos otros.
Pero ojo, cuidado con esto:
¡No solo las encinas producen bellotas!
Todos los Quercus producen bellotas
Todos los miembros del genero botánico Quercus (como el roble, el alcornoque y el quejigo) son árboles que dan bellotas. De hecho, también he escrito un breve pero interesantísimo artículo sobre el fruto del alcornoque.
Pero tienen diferentes características como su tamaño, forma, textura y sabor.
Además, existen dos variedades de encina.
- Quercus ilex subsp. ballota (Quercus rotundifolia es nombre científico antiguo, actualmente no tan usado): Tiene la copa redondeada y las hojas también son más redondeadas. En la Península Ibérica se encuentran principalmente en el interior, porque resiste mejor las heladas y las sequías.
- Quercus ilex subsp. ilex o alsina: Tiene una copa más alargada y menos densa. Las hojas son más lanceoladas con mayor longitud. El margen no suele ser pinchoso. Se encuentran en las zonas próximas a la costa, tanto del Cantábrico como del Mediterráneo.
La variedad ballota es la que podemos encontrar en las dehesas del oeste de España y sus bellotas son más alargadas (y de sabor más dulce que las de la ilex).

Antes de seguir hablando de la bellota, conviene que conozcas las partes que la componen, porque resulta que la bellota tiene 3 partes diferentes.
Las 3 partes de la bellota
Las partes de la bellota se conocen como:
- Cúpula: Es el capuchón por la que se une a la rama, y en algunos lugares le llaman mangurrio o cascabullo. Está formada por brácteas que asemejan escamas.
- Nuez: Es el fruto comestible recubierto de una cáscara lisa y coriácea. En su interior hay una sola semilla con dos cotiledones.
- Estigma: Es el extremo puntiagudo de la bellota.
La cúpula nos sirve muy bien para distinguir las bellotas de diferentes especies de Quercus.
Por ejemplo, en el caso de la encina, ocupa un tercio del tamaño de la bellota, con unas brácteas muy apretadas y densas.

Comparándola con el alcornoque, la encina produce mayor número de bellotas y en general más grandes.
Y cuidado, ¡porque no todas las encinas dan bellotas igual de dulces!
El sabor de la bellota en la encina: ¿De qué depende?
En realidad, solo un bajo porcentaje de encinas dan bellotas dulces. La mayoría produce bellotas de sabor amargo, aunque ese amargor se dulcifica algo al secarse la bellota semanas después de su recolección.
Entre los lugareños hay personas que conocen y mantienen en secreto cuales son los ejemplares de encina que producen las codiciadas bellotas dulces.
Así que te puede parecer tentador ir por ahí probando bellotas, pero no lo hagas.
¡Aviso importante!
La bellota no es comestible para el ser humano sin un tratamiento previo, por su alto contenido en taninos.
Más adelante te explico algunos remedios, pero antes te cuento las interesantes propiedades nutricionales de la bellota.
Propiedades nutricionales de la bellota como fruto de la encina
La bellota es rica en hidratos de carbono (hasta un 70% de su materia seca), en ácidos grasos insaturados como el ácido oleico, y en proteínas… conteniendo todos los aminoácidos esenciales salvo el triptófano.
También es fuente de minerales como el potasio, el fósforo y el calcio. El fósforo es un nutriente importante en las plantas que muchas veces se pasa por alto.

No tiene gluten. Además, la respuesta glucémica de la harina de bellota es baja y lenta, comparada con la del pan blanco. Aún así, evidentemente es una opción menos popular por su disponibilidad.
¿Qué hay de los taninos?
Los taninos son polifenoles que en el organismo humano actúan como antinutrientes, impidiendo la absorción de minerales y dificultando la digestión de los hidratos de carbono.
Los taninos son los responsables del sabor amargo de la bellota.
Pero también tienen un gran potencial antioxidante, entre otras propiedades beneficiosas, que se suman a su valor nutricional.
Existen diversas técnicas para desamargar las bellotas, es decir, para reducir o eliminar su contenido en taninos, como el tostado, la gelatinización o la fermentación.
Pero esto daría para otro artículo.
El cerdo ibérico: ¿Se alimenta de frutos de la encina?
La bellota, por su alto contenido en ácido oleico, proporciona a la carne del cerdo ibérico sus características betas de grasa que le dan ese sabor tan apreciado.

El cerdo ibérico, tan reconocible por su piel de color grisáceo, se alimenta de bellotas en las dehesas cuando estas maduran y caen al suelo, entre los meses de octubre y febrero. Es el periodo de engorde, pudiendo ganar más de 50 kilos en dos meses.
En las dehesas del oeste de España abundan diversas especies de Quercus como la encina, el alcornoque y el quejigo.
Te cuento otra cosa que puede que no sepas:
Los cerdos prefieren las bellotas del quejigo porque son más dulces que las de la encina. Así es, el fruto de la encina no es necesariamente el favorito de los cerdos. Además son las más tempranas en caer al suelo.
Y aparte de alimentar al ganado, el fruto de la encina y otras bellotas también han sido útiles en la nutrición de los pobladores de la Península Ibérica desde tiempos muy antiguos.
¿No me crees? Pues sigue leyendo.
La bellota en la historia humana
En el yacimiento de Atapuerca en la provincia de Burgos, famoso en todo el mundo, se han encontrado pruebas de que la bellota era consumida por los homínidos hace 300.000 años.
En la cueva Abrigo de La Sarga en Alcoy, provincia de Alicante, hay pinturas de unos 12.000 años de antigüedad que representan la recolección de bellotas.

En más de 40 yacimientos peninsulares, desde el neolítico hasta la edad del hierro, se han encontrado evidencias de consumo de bellotas, como restos de ellas en vasijas tanto en casas como en hornos de pan.
El propio historiador griego Estrabón dejó escrito que los vacceos y otras tribus prerromanas fabricaban harina de bellota.
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Espero que este artículo sobre árboles te haya sido de utilidad, y por supuesto te animo a compartirlo porque así me ayudas a traer más personas a Gracias Naturaleza. ¡Muchas gracias!
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Un abrazo enorme y hasta la próxima,
-Mario Angulo

Hola, me llamo Mario y soy un entusiasta de la jardinería y horticultura. También me encantan los animales y el aire libre. Como creador de Gracias Naturaleza, te ayudo a tomarte un descanso del mundo moderno, para vivir una vida más natural y en definitiva más feliz.
Encantado de haber conectado contigo.
Das la impresión de saber.
Y eso me encanta.
Mucha suerte.
Hola Isidoro, muchas gracias por tus palabras.