Todos sabemos lo fantástico que es germinar una semilla.
No obstante, no siempre es fácil.
Existen muchos métodos. Usar papel, algodón, semilleros, etc… pero no siempre funcionan. 🙂
De hecho, incluso meter la semilla en sustrato fértil, caliente y húmedo no te garantiza que esta consiga germinar.
Porque hay otras condiciones que debes respetar.
Y eso es exactamente lo que te cuento en esta guía de Gracias Naturaleza.
Aquí comienza la aventura.
Antes de nada: Consejos básicos para germinar semillas
Para conseguir germinar semillas, tienes que considerar estas condiciones:
- Sustrato: Has de elegir muy bien el sustrato o abono que quieres utilizar. Por ejemplo, puedes mezclar fibra de coco con turba, entre otros ingredientes.
- Humedad: También es prudente saber manejar el volumen de agua que debe recibir a diario. El sustrato ha de estar húmedo para germine la semilla, pero si te pasas se acabarán pudriendo.
- Temperatura: La semilla necesitará una temperatura relativamente cálida para germinar. Esta temperatura suele ser de unos 20 ºC, pero a veces 26 ºC funcionan mejor… y en algunas semillas (como la de la manzana) la germinación ocurre mejor en frío, y de hecho se meten a la nevera.
- Oscuridad: Las semillas para germinar deben estar en un lugar oscuro.
Dicho esto, existen 5 métodos para germinar semillas.
Y ojo, porque TODOS pueden ser muy efectivos, si lo usas bien. Estos métodos consisten en:
- Usar germinadores (semilleros).
- Germinar directamente en la tierra.
- Aprovechar papel de cocina o servilletas.
- Humedecer algodón.
- Sembrar en pastillas Jiffy.
En las siguientes secciones te cuento todo sobre cada uno de ellos.
1. Germinar semillas en semilleros
Con total seguridad te digo que un buen lugar para que tus semillas germinen es con un germinador, también llamado semilleros.
¿Qué es un germinador o semillero?
Es una especie de invernadero pequeño para tus semillas.
Quizá te parezca más como una cubeta de hielo para la nevera. De hecho, podrías usar una de esas cubetas como germinador. Aunque los que se venden en tiendas de jardinería son baratos y funcionan genial.
¿Por qué es importante usar un semillero?
Pues mira, lo que pasa es que CADA pequeño espacio le permite a CADA semilla desarrollarse, sin tener que usar una maceta grande para varias semillas diferentes. Los semilleros te permiten proporcionar a cada semilla el espacio que se merece.

Los semilleros, además, permiten que se creen condiciones parecidas a un invernadero.
Por eso tienen tapa.
Otras ventajas de hacer uso de un germinador son:
- Garantiza que la semilla tenga una buena oxigenación.
- El germinador o semillero también ayuda para ver mejor el desarrollo de la raíz, porque en muchos casos estos son totalmente transparentes.
- Es algo didáctico y divertido de ver.
2. Germinar semillas en sustrato fértil
No siempre hace falta usar semilleros para germinar semillas.
De hecho, si utilizas un sustrato fértil, tus semillas también conseguirán germinar sin absolutamente ningún problema.

En este sentido, lo más importante es que te asegures de utilizar tierra como sustrato que sea bastante nutritiva, y en el caso de que no lo sea, que uses un abono para aportarle más nutrientes.
Puedes comprar distintos tipos de sustrato en tiendas de jardinería y agricultura.
Sustrato ideal para que tus semillas germinen sin problemas
Aquí va un dato curioso.
Existe un sustrato muy popular hecho con una mezcla a 1/3 de estos 3 materiales, que es realmente poderoso:
- Fibra de coco.
- Humus de lombriz.
- Turba.
Con estos ingredientes podrás proporcionarles a las semillas un alimento muy cargado de nutrientes, y ayudarlas a germinar.
También podría ir bien que le agregues un poco de vermiculita, que es un mineral fantástico que puedes encontrar en tiendas de jardinería.
Mantén el sustrato hidratado
Por supuesto, que no se olvide regar tu sustrato todos los días.
Al fin y al cabo, mantener las condiciones de humedad es crucial si quieres conseguir que las semillas germinen.
3. Germinar semillas en papel o servilletas
Pasamos ya a los métodos que no necesitan que uses tierra.
Y el primero de ellos es el uso de papel de cocina o servilletas. Además, también te hará falta un tarro de vidrio o un bote de plástico.
Los pasos son muy sencillos:
- Mete el papel en el tarro.
- Metes las semillas en el tarro, sobre el papel.
- Moja el interior del tarro ligeramente (sin que se llegue a encharcar).
- Mantén el bote o tarro en un lugar oscuro y a 20 ºC.
- Espera con paciencia, y ya está.
Así de fácil es germinar semillas en papel. Cuando lo consigas, quítalas del tarro y ya puedes ponerte manos a la obra para sembrarlas en una maceta.

4. Germinar semillas en algodón
El algodón es una alternativa interesante para que la semilla se mantenga relativamente húmeda y así fomentar su germinación.
La semilla absorberá el agua que realmente necesita.
Aunque es esencial que el algodón no esté demasiado humedecido.
Más que nada porque eso generaría hongos y pudriría a la semilla.
Este método se utiliza muchísimo en el cultivo de alubias blancas, y en este caso se colocan las semillas a una separación de 3 centímetros entre sí, y se deja el bote en un lugar oscuro durante unos 5 o 10 días.

5. Germinar semillas en Jiffy
El jiffy es un producto desarrollado por Jiffy Group.
Se presenta como un semillero formado por turba seca, la cual tiene los nutrientes perfectos para la semilla, e incluso te sirve para plantar esquejes.

Si quieres ahorrarte el elaborar el sustrato, entonces usa este tipo de producto.
Después de que la semilla germine en el algodón, procedes a sembrarla en esta bolsa. Así, el proceso de germinación será muy flexible y rápido.
Además, el material del que se componen las pastillas Jiffy es biodegradable y las raíces de tus plantas no tendrán ninguna dificultad en atravesarlo.
Ojo con no pasarte de humedad e hidratación
Generalmente, las semillas requieren de humedad constante para estimular su germinación.
¡Pero cuidado!
Si hay demasiada humedad, corres el riego de que se pudra la semilla.
El mayor riesgo es que se generen hongos que afecten directamente a la raíz.
Por otro lado, he de ser sincero y decirte que según la planta cuya semilla quieras germinar, los pasos exactos a seguir pueden cambiar. Al fin y al cabo, no es lo mismo una semilla de tomate que una de melón, de manzano o de aguacate.
Germinando 7 semillas bastante comunes
Y ahora, para que disfrutes a tope del proceso de germinación, te cuento las mejores maneras para germinar 7 semillas de lo más populares.
Así que, sin más rodeos, ¡manos a la obra!
1. Germinar semillas de tomate
¿Se pueden utilizar semillas del tomate que compras en el supermercado?
Sí, claro que sí. Aunque, hay un dato interesante aquí.
Quizá te estés preguntando: ¿Por qué las semillas de tomate siempre llevan esa baba que las envuelve?
Se trata de una sustancia importante para su protección, pero a la hora de germinar semillas de tomate lo que te conviene es eliminarla.

En algunos casos podrías dejarlas al sol hasta que se sequen. Se necesita que el núcleo de la semilla absorba bien los nutrientes del sol y el agua. Así que la humedad previa que estaba en la verdura podría impedir en ese proceso.
- El consejo es que después de deshidratarlas, procedas a colocar las semillas en agua durante 24 horas.
- Luego colocas 2 o 3 semillas en el semillero.
- Las cubres con una capa de vermiculita o sustrato con fibra de coco.
- Solo falta que dejes el semillero en un lugar con buena luz y cierto calor, pero donde el sol no le dé directamente.

2. Germinar semillas de melón
Con las semillas de melón viene a ocurrir algo similar que con el tomate.
Son igual de viscosas y resbalacidas.

Los pasos para germinar las semillas de melón son los siguiente:
- Lo primero es lavarlas bien.
- Después de lavarlas, el consejo es sumergirlas en agua durante 5 horas.
- Luego vas a preparar el sustrato en una maceta o en el semillero.
- Lo ideal es que uses entre 3 a 4 semillas en el espacio del germinador. ¿Por qué? Dependiendo de la semilla, puede darse el crecimiento más rápido o más lento.
O incluso, a pesar de que la raíz brote, el crecimiento se pueda ver interrumpido por las características del sustrato.
Así que es mejor arriesgar tres en un solo espacio del germinador, que llenar todo el germinador de una única semilla.
Es importante, además, que la semilla la coloques en posición horizontal.
Después de colocarlas, vuelve a agregar una capa sustrato. Y no olvides regarlas con abundante agua.
Así conseguirás germinar semillas de melón, tal que así:

3. Germinar semillas de limón
Hay algo sorprendente sobre las semillas de limón.
¡Y esto aplica para todas las semillas de cítricos, en general!
Resulta que estas semillas vienen «blindadas».

¿Viene blindada?
Sí, la semilla tiene una capa, un escudo, una piel que le sirve para protegerse. ¿Por qué? La explicación científica indica que tiene que ver con el nivel de acidez de la fruta.
Así que, para poder facilitar su germinación, a la semilla del limón tienes que “desnudar”.
“¿Desnudarme? ¡¡¡No jamás!!!”: sí, hay que desnudarte querida semilla.
¿Y cómo se desnuda la semilla?
- En primer lugar, tienes que lavar la semilla.
- Después tienes que dejar que la semilla esté expuesta al sol.
- Luego puedes usar una pinza o un cuchillo para arrancar esa primera capa de piel.
- ¿Y ahora la colocamos en el sustrato? No, ahora lo que hay es que dejar a la semilla de limón en una servilleta húmeda. Ahí es donde finalmente germinará.
¿Se puede algodón? Sí, también vale.
En este caso, la semilla de limón necesita de mucha humedad para germinar. Además, se necesita de un entorno donde haga calor entre los 20 a 25 grados centígrados. Una alfombrilla eléctrica podría ayudarte en este caso.
Pasará un máximo de 14 días para que veas como de bien han germinado las semillas de limón.
4. Germinar semillas de aguacate
El truco con las semillas de aguacate es muy sencillo:
Esta es una semilla que requiere de GRAN humedad.
- Por eso, solo basta que coloques tres mondadientes o palillos en torno a esa gran esfera marrón. Los tres mondadientes servirán como “vigas de soporte”.
- Ahora solo basta que uses un vaso lleno de agua y colocar estas denominadas “vigas de soporte” para que la semilla no se hunda en el agua.
No olvides tomar fotografías para registrar su germinación.
Es muy divertido, al principio tu aguacate tendrá este aspecto:

Con el tiempo, se hace la magia.
Y al final podrás ver como brota tu aguacate a partir de la húmeda semilla, tal que así…

5. Germinar semillas de manzana
Mira:
Con las semillas de manzana ocurre algo muy particular.
Y es que el manzano es por naturaleza un árbol de tierra fría.
Las semillas crecen en tierra fría.
El proceso de germinación de la semilla de manzana es lento. Sí, muy lento. El truco para fortalecer su crecimiento es depositarlas dentro de la nevera.
¡Pero cuidado! ¡No, no en la parte donde va el hielo! Con la parte normal basta.

Para facilitar el crecimiento, puedes usar algodón humedecido. Después de que la semilla de manzana germine, podrás trasplantarla a una maceta con sustrato nutritivo para comentar a cultivar el árbol en condiciones.
Pueden pasar otras 6 semanas, antes de que veas a la planta con un par de hojas verdes.
6. Germinar semillas de cerezo
¡Te vas a sorprender con el siguiente dato!
Una semilla de cerezo puede tardar entre 4 a 5 meses en germinar.
Los pasos son los siguientes:
- Romper el hueso de la semilla de cerezo.
- Remojar la semilla durante 24 horas.
- Colocar las semillas en una servilleta humedecida, sobre un papel metalizado. Vas a usar el papel de aluminio o metalizado, para envolver la servilleta, porque la semilla necesita oscuridad para crecer.
- Ese envoltorio lo tienes que colocar en la nevera, a una temperatura entre 2 a 8 grados Celsius.
¡Y ahora esperar los largos meses!
7. Germinar semillas de mango
Las semillas de mango son de las más curiosas.
El cuerpo de la semilla del mango viene escudado, dentro de una coraza.
En condiciones naturales, a medida que crece la semilla en su interior, se rompe dicha coraza. Entonces la semilla sale en busca de las condiciones externas, porque la coraza le informa de lo que le espera afuera.
Por eso, este tipo de semilla, sí, puede germinar sin necesidad de un proceso previo de preparación.
Pero si quieres que la germinación sea rápida, entonces tienes que quitarle la coraza con un cuchillo.
¿En pocas palabras?
- Haces un corte delicado y luego vas rompiendo hasta romper la cascara o coraza.
- Después debes colocar la semilla humedecida sobre el sustrato.
Te vas a sorprender con el proceso de crecimiento de este tipo de semilla.

Por último, no te olvides de estos pasos
Quiero recalcar algo:
Germinar una semilla tan solo es el principio de una aventura. Si lo consigues hacer con éxito, te doy la enhorabuena, pero tu viaje aún no a acabado.
Otros pasos que tendrás que «andar» son el riego, abonado, control de plagas y poda de tus plantas.

Por supuesto, cada planta necesita unos cuidados concretos, y por eso te recomiendo buscar en este blog, Gracias Naturaleza, la planta que tú vayas a cultivar, para poder aprender con todo lujo de detalle los cuidados a tener en cuenta.
¡Las semillas no se cuidan solas!
Vale. Vamos a ver. Este artículo sobre semillas acaba aquí.
¡Pero esto es solo el principio! Al fin y al cabo, la semilla solo representa la primera parte del ciclo vital de una planta. Por tanto, si tú quieres que tus plantas crezcan como es debido, tendrás que prestar atención a MUCHÍSIMOS más aspectos.
¿Por dónde empezar? Fácil:
Descárgate gratis mi ebook sobre los 10 Errores a evitar en todo huerto o jardín. Te aseguro que te ayudará más de lo que imaginas.
Un abrazo enorme y hasta la próxima,
-Mario Angulo

Hola, me llamo Mario y soy un entusiasta de la jardinería y horticultura. También me encantan los animales y el aire libre. Como creador de Gracias Naturaleza, te ayudo a tomarte un descanso del mundo moderno, para vivir una vida más natural y en definitiva más feliz.
Recursos y artículos científicos: Frontiers, MDPI, Agritop.