Lavanda: Propiedades, Cuidados y Características (Guía útil)

lavanda

Es la aromática por excelencia.

Llega el buen tiempo y llega la lavanda…

Con su inconfundible aroma y con su bonito color nos enamora.

¡Y no es para menos! 🙂

De hecho, la lavanda es una hierba con propiedades medicinales de lo más útiles, con un cultivo muy sencillo y con unas características botánicas únicas.

¿Quieres saber más sobre la lavanda?

Pues en este artículo de Gracias Naturaleza te cuento TODO sobre ella.

Así que venga, ¡vamos a ello!

Características básicas de la lavanda

La lavanda es un arbusto perenne originario de la cuenca del Mediterráneo, donde crece silvestre incluso en suelos pobres y rocosos. Su nombre científico Lavandula proviene del término latín «Lavare».

Sus tallos pelosos de corte cuadrado pueden alcanzar hasta 1,5 metros de altura, y sus hojas son delgadas, alargadas y lanceoladas.

Además, ambas son de un color verde grisáceo.

Crece en forma de arbusto, fíjate:

Características de la lavanda o Lavandula, que crece como subarbusto
La lavanda es una planta que podría categorizarse como subarbusto, porque con el tiempo su parte a ras de suelo se lignifica (convierte en madera), mientras que su parte herbácea se eleva, produciendo esa característica morfología. Para saber más, lee mi artículo sobre los arbustos y los árboles.

¿Quieres saber lo mejor?

Pues sin duda son sus bonitas y perfumadas flores, por las que la lavanda destaca.

Las flores de la lavanda crecen al final del tallo, agrupadas en una inflorescencia con forma de espiga.

Son de un color azul violáceo, este color tan característico ha tomado precisamente el nombre de la planta, azul lavanda.

Flores púrpuras y tallos verdes de la hierba aromática lavanda

Toda la planta desprende ese aroma inconfundible, pero sobre todo son las flores las que huelen y concentran la mayor cantidad de aceites esenciales.

¿Cuándo podemos disfrutar de semejante deleite visual y olfativo?

¿Cuándo florece la lavanda?

Pues verás, las flores de la lavanda llegan con el verano, como todas estas preciosas flores de verano.

Lo más interesante es que según las especies de lavanda el periodo de floración puede cambiar un poco, y hay algunas de ellas como la Lavandula stoechas o tomillo borriquero que ya comienzan a florecer en primavera.

Ahora bien, ¿para qué puede servirnos la lavanda?

Pues mira, se tiene constancia de que nuestros ancestros vienen usando la lavanda desde hace más de 5.000 años. Casi nada…

Es decir, el uso de la lavanda se ha ido transmitiendo de generación en generación, y esto se debe a sus magníficas propiedades, que te cuento en la siguiente sección.

Los 5 maravillosos usos de la lavanda

Las utilidades de la lavanda son las siguientes:

1. Planta llena de sustancias aromáticas

Las propiedades aromáticas de la lavanda se deben a la composición de sus aceites esenciales.

Tiene más de 300 sustancias químicas, entre las que destacan el linalol, acetato de linalilo, nerol, derivados terpénicos, alcanfor y demás. Son estas las que le confieren su inconfundible aroma.

Por supuesto también se utiliza en ambientadores, tanto a nivel industrial como casero.

Por ejemplo, puedes meter flores de lavanda en una bolsita de tela, tal que así:

Sacos de tela de lavanda con uso de ambietador
Sí, así de simple. Aunque te recomiendo utilizar tela hecha de materiales naturales, que sea algo porosa y transpirable para que los olores puedan difundirse bien por el aire de tu hogar o tus armarios.

Este es un magnífico uso de la lavanda, y te alegrará saber que este tipo de bolsitas retienen su olor durante muchísimo tiempo.

Pero la cosa no acaba ahí…

2. Higiene corporal y jabones

Desde antiguo se han aprovechado los extractos de la planta de lavanda y sus aceites para la higiene corporal, preparando jabones y enjuagues.

En la actualidad la lavanda es un imprescindible en aromaterapia, y mueve mucho en la industria perfumera y cosmética, para colonias, aceites de baño y todo tipo de cosméticos.

Incluso se aprovechan las propiedades de la lavanda para hacer sales de baño, y lociones como estas:

Aceite esencial y sales de baño de lavanda
Flores secas de lavanda, junto a su aceite esencial y sales de baño hechas para utilizar de modo profesional en un spa… aunque si te haces con ellas puedes disfrutarlas en tu propia casa.

Ahora bien, esto es muy curioso…

¿Sabías que el olor de la lavanda no es agradable para todo tipo de seres vivos?

Es decir, a nosotros nos encanta, pero resulta que a los insectos no tanto. Y de ahí viene el tercer gran uso de esta hierba aromática:

¡Es un repelente natural de algunos insectos!

3. Combate contra polillas

Y es que, ¿quién no ha perfumado sus armarios y cajones con una ramitas de lavanda?

O con bolsitas llenas de flores secas.

Son de lo mejor, te lo aseguro, y además combaten las polillas, mosquitos, moscas y otros indeseables visitantes. Yo personalmente he usado este tipo de métodos durante muchos años y he obtenido muy buenos resultados.

4. Aceite de masaje

Unas gotitas de aceite de lavanda diluido en un aceite base serán suficiente para aliviar dolores musculares con un buen masaje.

En caso de jaqueca frota suavemente en las sienes y en la nuca.

5. Calmante, cicatrizante, antiinflamatoria y analgésica

Por último, resulta que la lavanda tiene una ENORME variedad de propiedades medicinales. Es bastante sorprendente dado que no tienen nada que ver entre sí.

Por ejemplo, la lavanda es una hierba a la vez calmante y cicatrizante.

¿Cómo puede ser? Pues mira, todo depende de cómo se aplica. No es lo mismo una infusión, que un aceite esencial, que una emulsión para utilizar por vía tópica (en la piel).

En la siguiente sección repaso las principales propiedades de la lavanda, basándome en estudios científicos publicados en la literatura. Es decir, no me saco nada de la manga.

Propiedades medicinales de la lavanda, basadas en la ciencia

La lavanda cuenta con ciertas propiedades beneficiosas para la salud.

Te cuento:

  1. Es sedante, relajante, combate la ansiedad y el insomnio. De hecho, la lavanda ha sido estudiada por sus potenciales efectos útiles en el sistema nervioso (Estudio, Más detalle).
  2. La lavanda es particularmente relevante en los trastornos de ansiedad, por su potencial para regular el tono parasimpático y promover la relajación (Revista MHC).
  3. Es antiinflamatoria y analgésica. El mecanismo de acción de estos efectos medicinales probablemente se deba a interaccionar con moléculas óxido nítrico y diversas citoquinas (Evidencia científica).
  4. Es cicatrizante, porque acelera la curación de quemaduras y la regeneración de los tejidos (Estudio en Elsevier).

Popularmente, la lavanda se considera buena para el sistema digestivo, es carminativa, combate los gases y favorece la digestión.

Independientemente de que esto sea cierto o no, la realidad es que existen estudios que sugieren que la lavanda podría modificar el microbioma de una manera beneficiosa… aunque esta rama de la ciencia todavía está en su infancia y en constante cambio.

Además, es una planta que no tiene contraindicaciones, sobre todo si se utiliza de manera natural.

Eso sí, a la hora de utilizar medios concentrados, aceites esenciales y demás, ya hay que tener más cuidado.

Ciertamente la lavanda es una hierba muy útil.

Eso sí, hay que saber cómo usarla.

Hay varias maneras útiles de aprovechar sus maravillosas cualidades. Te las cuento a continuación

Otros medios para utilizar la lavanda: Tinturas, aceites y demás

Algunas maneras para utilizar lavanda son en forma de:

  1. Tintura: Puedes tomar 1 cucharadita al día de tintura, aliviará jaquecas, tensión nerviosa y estrés.
  2. Infusión: Una taza antes de acostarte es calmante y aliviará el insomnio. La puedes tomar sola o combinada con tila y pasiflora.
  3. Aceite: Esta es la forma más habitual de uso, sirve para casi todo… para calmar una picadura, conciliar el sueño, aliviar tensiones y dolores muscular, aromatizar otros aceites de masaje, unas gotitas en un baño relajante… un sinfín de posibilidades.
  4. Otros usos: La flor seca se usa como ambientador y como antipolillas.

Personalmente, entre los diferentes métodos para aprovechar la lavanda, mi favorito es el té de lavanda. En la siguiente imagen puedes ver un ejemplo:

Té o infusión medicinal de lavanda, calmante, antiinflamatorio y analgésico
Al igual que muchas otras hierbas, la lavanda sirve para hacer infusiones y té relajante.

Al fin y al cabo, cada vez las hierbas aromáticas están más de moda, y es que además de ser divertidas de cultivar, ofrecen beneficios para la salud de lo más curiosos.

Imagino que después de conocer la lavanda más a fondo ya te habrán entrado ganas de cultivarla.

¿A que sí?

Pues mira, resulta que la lavanda, por su carácter rústico, no es una planta especialmente delicada. ¡Así que su cultivo es bastantes sencillo!

¿Qué cuidados requiere la lavanda?

Hay algunos cuidados y condiciones que sí debes tener en cuenta si quieres que tus plantas de lavanda prosperen adecuadamente.

1. Sustrato

La lavanda prospera en suelos alcalinos. Es necesario para su correcto crecimiento.

Si el sustrato que tienes no es suficientemente alcalino tendrás que mezclarlo con otro sustrato para compensar, o tendrás que aportar cal para elevar el pH.

Escala de pH para suelos, de ácido a alcalino
Como ves en este esquema, todo aquello por debajo de 7 es un pH ácido, aunque en términos prácticos los suelos con pH entre 6 a 7 solo son ligeramente ácidos, y no suelen ser un gran problema. No obstante, el caso de la lavanda es particular porque prefiere terrenos algo alcalinos.

Y otro detalle super importante:

Necesita un terreno bien drenado, como por ejemplo un terreno ligeramente arenoso, para evitar al máximo la humedad innecesaria y sobre todo los encharcamientos.

Este detalle como digo, es importante porque las raíces de lavanda no van a soportar ningún encharcamiento.

2. Iluminación

La lavanda para crecer y florecer requiere mucha luz y mucho sol. A ser posible un mínimo de 6 horas de sol directo diarias, para que esté tan bien cuidada como el ejemplar de esta imagen:

Cuidados en el cultivo de lavanda - Colocar la planta a pleno sol
Asegura que le de el pleno sol entre 6 y 8 horas. ¡No tengas miedo! ¡Es lo que le encanta!

Crece bien en climas templados y cálidos, propios de la zona mediterránea.

Sabiendo el tipo de suelo y el sol que necesita, ya vas teniendo claro dónde ubicar tus plantas de lavanda, pero aquí abajo te doy más detalles.

3. Ubicación

Admite el cultivo tanto en suelo como en maceta.

Puedes cultivar la lavanda bien en suelo, en tu huerto o jardín, o bien en maceta para tu terraza o balcón.

Lo importante es que le proporciones todo el sol que necesita, así que procura que no haya ningún árbol cerca que le pueda hacer sombra.

4. Riego

Necesita poco agua.

No es nada deseable que quede agua encharcada en sus raíces, y mucho menos pasar la noche con agua encharcada… y mucho menos todavía en una noche de invierno.

¡Sus raíces no lo resistirán!

Así es, y te lo digo por experiencia propia. 🙂

Tengo que confesar que en una de mis primeras experiencias en este mundillo perdí una preciosa lavanda por exceso de riego. Es una pena, pero si te pasas con el riego, la lavanda se seca y se muere. Lo bueno es que es una planta que aguanta bien las sequías.

  • Basta con que la riegues 1 vez a la semana, o incluso cada 2 semanas, y siempre comprobando que el sustrato ya está seco.
  • En invierno riega en las horas centrales del día para evitar que a la noche todavía queden rastro de humedad en las raíces.

Si queda agua en las raíces en las noches del invierno, estas pueden congelarse y esto sí que no tiene solución.

Otro cosita más: Cuando riegues ten la precaución de no mojar hojas ni flores, solo el sustrato. Así evitas la aparición y proliferación de hongos. Así que NO RIEGUES como en esta fotografía…

Riego indebido de la lavanda, hierba adaptada a las sequías
Regar así tus flores suele ser un error, y más aún en el caso de la lavanda donde el riego debe ser muy comedido… Es decir, regar SOLO lo justo y necesario.

En lugar de eso, tan solo humedece el sustrato de manera delicada.

Es decir, riega solo el suelo donde crece la lavanda.

5. Abonado

No. La lavanda no se abona.

Tienes que saber que es incluso mejor que la tierra no sea demasiado fértil.

¿Por qué?

Pues muy sencillo, porque cuantos más nutrientes orgánicos tenga, más estás favoreciendo el desarrollo de la parte verde de la planta, en detrimento de la floración.

Y no solo eso, las flores tendrán menos concentración de aromas.

Así que a no ser que se trate de un sustrato extremadamente pobre, no abones.

En ese caso podrías enriquecer un poco la tierra 1 vez al principio de primavera, con un fertilizante en una proporción mínima.

Y así como el abono no es importante, una buena poda sí que lo es, y mucho.

6. Poda

Ojo, no hay que confundir la poda con recoger flores y ramas, no es lo mismo.

A continuación te dejo unos tips sobre la poda de la lavanda, pero si quieres profundizar en el tema mira mi artículo sobre podar lavanda.

Tienes que podar el arbusto de la lavanda 1 o 2 veces al año.

Y puedes hacerlo en primavera antes de comenzar la floración, o en otoño cuando la floración ya ha acabado.

El principal objetivo de la poda es rejuvenecer la planta, así que en primer lugar corta las ramas secas. En cualquier caso es importante que no te pases, y que nunca retires más de la mitad de la planta.

Recuerda que la lavanda con el paso del tiempo, se lignificará.

Es decir, sus tallos se volverán leñosos, lo cual es esperable dado que la lavanda un arbusto (o mejor dicho, un subarbusto).

Poda en el cultivo de la lavanda
Para podar los tallos leñosos de la planta tendrás que estar bien equipado con unas tijeras de podar. Recuerda desinfectar tus herramientas antes de usarlas.

Lo normal es que podes por arriba, en altura.

Pero si tienes borduras o cierres en el jardín y han crecido mucho hacia los lados, es posible que te interese cortar también en contorno, para que las plantas tengan aire y espacio.

Un truquillo extra: Puedes aprovechar la época de la poda para preparar esquejes de lavanda, te vendrán muy bien para reproducir la planta. En este caso tendrás que cortar la ramita por la parte leñosa.

Si vas a cultivar tu lavanda en maceta, los cuidados y recomendaciones son similares a los que hemos visto, aunque con algunas particularidades.

¿Cómo cultivar lavanda en maceta?

Para cultivar lavanda en maceta se recomienda que la maceta sea bastante espaciosa. En concreto, las macetas de 30 a 40 centímetros son válidas para sembrar o plantar lavanda. De este modo, la planta puede crecer y desarrollarse sin sufrir espiralización radicular.

Así que tener su espacio para expandir bien sus raíces es fundamental.

También te recomiendo usar macetas de terracota sin pintar y sin esmaltar, en lugar de macetas de plástico. Esto es porque la terracota transpira y permite que el agua se evapore de forma natural.

Aquí tienes un buen ejemplo de un macetón para cultivar lavanda:

Plantar lavanda en maceta como esta es bueno
Los cuidados a la hora de cultivar Lavandula en maceta son exactamente los mismos que si lo haces en tu huerto o jardín, salvo que quizá necesite un poco más de riego.

Sin embargo, tu maceta no siempre tiene por qué ser TAN grande, así que no te apures.

Eso sí, te repito que una profundidad mínimo de 30 centímetros le irá muy bien a esta hierba.

Otros consejillos que te doy son:

  1. A la hora regar flores en maceta, estas necesitan más agua que si están plantadas en el suelo, con lo que asegúrate de proveer a tu lavanda con un riego suficiente (aunque te repito que es una planta que necesita más bien poca agua).
  2. Si la maceta es de barro y no de plástico, necesitarás regar tus flores todavía más.
  3. A la hora de elegir un sustrato para tu maceta, procura que este tenga un buen drenaje para que no se estanque el agua y se ahoguen las raíces de la planta.
  4. Si ya has plantado lavanda utilizando un sustrato arcilloso con mal drenaje, quizá te irá bien trasplantar la planta a otra maceta y poner piedras al fondo para mejorar el drenaje.

Recolección de la lavanda: ¡Haz así la cosecha!

Desde que comienza a florecer puede recoger las flores para hacer bonitos ramos.

Pero si cultivas lavanda para extraer sus aceites es mejor que esperes hasta que la floración esté en pleno auge, con la mayor cantidad de flores y concentración de aceite posible.

Abeja como insecto polinizador posado en las flores de lavanda
La lavanda es una aromática beneficiosa para el huerto y el ecosistema, porque con sus flores atrae a insectos polinizadores que realizan el proceso de polinización cruzada, muy importante para frutales y otros tipos de cultivos, incluso si son plantas hermafroditas, porque la polinización cruzada mejora la producción.

Hay que recoger las flores en días calurosos, bien temprano por la mañana.

Y hay que cortarlas junto con su tallo.

Secado de las flores

Prepara ramos no muy grandes, y átalos por el extremo de los tallos.

Cuelga estos ramos del techo, boca abajo, en una habitación seca y bien aireada, y si es posible a oscuras.

Si no es posible utilizar una habitación a oscuras, asegúrate de que no le de la luz del sol directamente a los ramos. Esto estropearía por completo su aroma y su color.

El resultado se verá tal que así:

Secado de flores de lavanda
Las flores secas tienen este aspecto enjuto y compacto. Si realizas bien el proceso de secado, estas deberían conservar su fantástico olor.

Interesante, ¿verdad?

La verdad que secar flores, tanto de lavanda como de cualquier otra planta, es un arte de lo más divertido, y como ya te comentaba antes en este artículo, también es útil porque podrás meterlas en bolsas de tela a modo de ambientador natural.

Los 13 tipos de la lavanda: ¡No todos son iguales!

Hay unas 30 especies y variedades de lavanda reconocidas.

Para conocerlas a fondo, te recomiendo leer mi listado de tipos de lavanda, en el que profundizo en cada tipo y te doy todo lujo de detalles.

Pero si vas con prisa y quieres un resumen, sigue leyendo.

Los principales tipos de lavanda son:

  1. Lavandula officinalis o lavanda común: Es la más habitual y fácil de encontrar. Es una planta de porte erguido, las hojas de esta especie son más estrechas y de un verde más intenso.
  2. Lavandula angustifolia o espliego: Es una especie muy común en países mediterráneos como Francia e Italia. Sus hojas y tallos son más verdes en comparación con otras especies que son más grisáceos. De mayor tamaño que otras especies, puede alcanzar 1 metro de altura. Las espigas de flores pueden medir hasta 9 centímetros.
  3. Lavandula stoechas o tomillo borriquero: Esta especie destaca por la belleza de sus flores. Se distingue muy bien porque en el ápice de sus flores en espiga cuadrangular crecen 3 brácteas de color morado o rojizo que la hacen todavía más bonita. Estas brácteas persisten incluso cuando las flores ya se han caído. Florece desde la primavera y en verano, y sus flores son muy perfumadas.
  4. Lavandula latifolia o alhucema: Esta especie es de origen español. Las plantas son más grandes y las hojas que llegan a medir 10 centímetros están recubiertas de una especie de pelusa. Las flores tienen una aroma más alcanforado, para algunos es incluso desagradable. El aroma de esta especie es menos apreciado que las anteriores.
  5. Lavandula dentata o lavanda francesa: Esta especie es típica de los países que dan al Mediterráneo. Las hojas son peludas y dentadas, característica que le da nombre. Son verdes por el haz y grises por el envés. Florece en verano y las flores son azul-violeta.
  6. Lavandula hibrida o lavandín: es un híbrido entre la Lavandula angustifolia y la Lavandula latifolia. Destaca por dar una abundante floración. Se cultiva para la producción de aceites esenciales.
  7. Lavandula allardii o lavanda de Allard: Es un híbrido entre la Lavandula latifolia y la Lavandula dentata. Se cultiva con fines ornamentales, se diferencia en que forma arbustos de copa redondeada y por el color de sus flores, lila o azul claro.
  8. Lavandula pedunculata o cantueso: Es parecida a la lavanda común, no supera los 60 centímetros de altura. Se diferencia de otras especies en que tiene los pedúnculos muy largos.
  9. Lavandula spica o lavanda inglesa: Resiste las bajas temperaturas, y es bastante voluminosa. Por este detalle va mejor cultivarla en huerto o jardín. Es la más utilizada para usos culinarios, para aromatizar licores, infusiones y demás.
  10. Lavandula lanata o huagazo: Esta especie es de origen español, en concreto prospera en climas de montaña. Sus hojas están recubiertas de una especie de lanilla. Sus espigas florales pueden medir 20 centímetros y son de color lila.
  11. Lavandula viridis o lavanda verde: Es originaria de la sierra de Aracena en Huelva. Se distingue de todas las demás especies porque las espigas de flores son de color verde, lo que le da el nombre.
  12. Lavandula canariensis o mato risco: Es propia de las islas Canarias. Sus hojas son opuestas y glabras. Sus flores, aunque también son en espiga y violetas, son bastante distintas al resto de especies.
  13. Lavandula pinnata o alhucema rizada: Es habitual en zonas costeras y en islas, como Canarias, Madeira… Sus tallos y hojas son más bien grisáceos.

Como ves hay diferencias entre ellas.

En mi opinión, la Lavandula stoechas es uno de los tipos más bonitos:

Lavandula stoechas o tomillo borriquero, un tipo de lavanda bonita
Esta variedad es en mi opinión uno de los tipos más bellos, incluso entre todas las flores moradas, aunque quizá sea por su aspecto tan inusual.

Hay algunas especies, como la Lavandula hibrida o lavandín, que son más apreciadas por su aroma y se buscan más para perfumería, y para fabricar productos de uso farmacéutico e higiene personal.

Otras especies son más resistentes al frío, como la Lavandula spica o lavanda inglesa.

Esto hace que sean más apropiadas para tenerlas en tu jardín, formando borduras y cierres, porque son muy bonitas y ornamentales y sabes que van a resistir el invierno.

En la siguiente imagen puedes ver un ejemplo de Lavandula spica:

Lavandula spica de la familia Lamiaceae, con propiedades medicinales y aromáticas
Lavandula spica, otro característico tipo más de lavanda, perteneciente igualmente a la familia botánica de las lamiáceas (Lamiaceae), que en el pasado se llamaba Labiatae.

Multiplicación de la lavanda: ¿Cómo se reproduce?

La lavanda se reproduce tanto por semilla como por esqueje.

La mejor época para multiplicar la lavanda es en primavera o en otoño.

Si siembras en otoño en la siguiente primavera ya podrás disfrutar de una preciosa floración. Pero si vives en una zona con inviernos fríos y duros es recomendable que esperes a sembrar en primavera.

Para conocer el proceso de reproducción de la lavanda con todo lujo de detalles, no te pierdas por favor esta guía super completa de plantar lavanda en huerto o en maceta.

Aquí te adelanto un resumen.

Multiplicación con semillas

Si te decides a comenzar el proceso desde semilla puedes sembrar en semilleros o directamente en el suelo.

Coloca las semillas a 1 centímetro de profundidad en un sustrato aireado y con buen drenaje, mantén a una temperatura aproximada de 20 ºC y con humedad constante hasta que germinen.

Tardarán en germinar de 15 a 40 días.

Espera a que la plántula tenga varios juegos de hojas para proceder a su trasplante al lugar definitivo

Multiplicación con esquejes

Te tengo que decir que la forma más sencilla es utilizar esquejes, ahorrarás tiempo y esfuerzo.

Así que no es de extrañar que sea la forma más usada.

Para ello tendrás que hacerte con esquejes. El mejor momento es en primavera o en otoño, coincidiendo con la poda de la lavanda.

Aquí te explico los pasos para preparar esquejes de lavanda:

  1. Elige una rama sana y vigorosa, que no haya florecido, y que tenga la base un poco leñosa.
  2. Con un cuchillo bien afilado corta la rama, el esqueje será de unos 10 o 15 centímetros.
  3. Elimina las hojas de la base.
  4. Pon en la base un poco de hormona de enraizamiento.
  5. Planta el esqueje en una maceta, o en el suelo, con un buen sustrato.
  6. Mantén el esqueje en una zona soleada y con humedad constante hasta que arraigue.

Sencillo, ¿verdad?

Enfermedades y plagas de la lavanda

La lavanda no tiene tendencia a sufrir enfermedades ni plagas.

Pero no es inmune por completo.

A veces puede sufrir el ataque de hongos, como por ejemplo el moho negro. Esto puede ocurrir si hay exceso de humedad en el ambiente o hay exceso de agua por no controlar bien el riego.

Te animo a leer mi guía definitiva sobre sistemas de riego y sus características, para aprender más del tema.

Si se riega en exceso también puede ocurrir que se pudran las raíces, lo que resultaría desastroso para la planta. Así que evítalo.

Resumen sobre los usos y cuidados de la Lavandula

A modo de resumen, estos son algunos puntos importantes:

  1. La lavanda es un arbusto silvestre propio de la cuenca del Mediterráneo.
  2. Por los aceites esenciales que contienen sus flores es una de las aromáticas más populares.
  3. Para que de una floración abundante necesita mucho sol y poca agua.
  4. Es excelente, no solo en aromaterapia, también cuenta con innumerables propiedades beneficiosas para la salud.

Por supuesto, existen muchísimos más detalles sobre esta planta herbácea, pero yo diría que estos son los más importantes de todos.

Ramo de lavanda tras la cosecha decorando una terraza
También puedes utilizar la lavanda simple y llanamente para decorar tu casa, jardín, terraza o balcón. Es evidente que esta planta es de las más bonitas.

Y aquí acaba la guía sobre esta planta aromática. ¿Te ha gustado? 🙂

Espero que sí, pero sobre todo espero que te haya sido muy útil.

En este caso, por favor te pido que dediques un minuto a compartir esta página web con tus allegados, porque así me ayudas a crecer y traer más personas a Gracias Naturaleza.

Un abrazo enorme y hasta la próxima,

-Mario Angulo

¿Y tú qué opinas?

¡Tú opinión me importa! Por favor, escribe tu comentario o duda con claridad y sin errores ortográficos. Procura que mantenga algo de relación con la temática del artículo. Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *