Madroño (Arbutus unedo), un árbol colorido con mucho que decir

Madroño

Antes de nada.

Que te quede esto muy claro:

Sí, hay madroños más allá de Madrid.

¡Incluso en lugares que te sorprenderán! 🙂

En este completo artículo de Gracias Naturaleza te lo cuento todo sobre el madroño: características, ecología, distribución, propiedades y cuidados que necesita.

Y algunas notas culturales super interesantes.

¡Vamos ya con este fantástico árbol!

Descripción y características del madroño, un árbol especial

El madroño (Arbutus unedo) es un árbol de hoja perenne perteneciente a la familia de las Ericáceas, de pequeño tamaño, a veces de porte arbustivo, que no suele sobrepasar los 7 m de altura.

Los romanos le llamaban arbutus como diminutivo de árbol.

Unedo significa en latín «comer solo uno» por el contenido en alcohol de sus frutos maduros.

Curioso, ¿verdad? Pues esto es solo el principio.

Descripción y características del madroño, un árbol especial
El madroño es uno de los árboles más característicos gracias a sus coloridos frutos.

El madroño es MUY fácil de reconocer por todo: por su porte, su tronco, sus hojas, sus flores y sobre todo por sus frutos.

  • El madroño tiene un tronco corto y sinuoso con una estructura muy ramificada, a veces desde la base lo que da un aspecto de arbusto, con ramas que crecen enhiestas hacia arriba.
  • La corteza es de color pardo rojizo, con escamas verticales y estrechas de color grisáceo en los ejemplares adultos, que se desprenden con facilidad.

Y por su lado, la copa es densa y frondosa por el abundante número de hojas.

No suele dar tanta sombra como el árbol de la morera, que es ideal para generar sombra, pero aún así un madroño en el jardín te puede refrescar bastante los veranos.

Así son las hojas del madroño, inconfundibles cuando las conoces

Son algo parecidas a las del laurel pero con el borde aserrado y sin aroma.

Las hojas del madroño son simples y salen alternas, en espiral alrededor de la rama, con un corto peciolo.

Las hojas del madroño, inconfundibles cuando las conoces

Tienen textura coriácea, forma obovada (parecida a un huevo), margen serrulado (aserrado con los dientes muy pequeños) y ápice acuminado (terminado en una puntilla).

Son glabras (sin vellosidad), de color verde brillante en en el haz y bastante más claro en el envés.

Las flores del madroño, pucheritos colgantes

El madroño comienza a florecer en septiembre y continúa durante todo el otoño, incluso en invierno aunque ya con menos intensidad.

Florece en racimos colgantes de florecillas con forma de olla o jarrón de boca pequeña hacia abajo, de color blanco cremoso o rosado.

Esa forma de olla se debe a que los pétalos están soldados entre sí.

Las flores maduran el año siguiente de la fecundación, dando origen a los famosos frutos del madroño. Por esto, es normal ver al mismo tiempo las flores del año actual con los frutos de la floración del año anterior.

Muy curioso y realmente bonito.

Los coloridos frutos son lo que realmente distingue al árbol del madroño

Los frutos son lo más característico del madroño.

Los frutos del madroño son unas bayas redondas de hasta 3 cm de diámetro, con una piel granulosa por sus numerosas protuberancias puntiagudas.

Al principio son de color verde, después amarillo, naranja y finalmente rojo vivo cuando están maduros a finales de otoño.

Los frutos, lo que realmente distingue al madroño
El color y la forma de los frutos de madroño son inconfundibles.

Su interior es una pulpa amarillenta con muchas pequeñas semillas que se pueden comer.

Tienen un sabor dulce muy rico pero no debes abusar porque contienen un poco de alcohol. Plinio el viejo ya advertía que el abuso de los frutos del madroño causa hinchazón de tripa y dolor de cabeza.

Hábitat y distribución del madroño, más amplia de lo que crees

El madroño prefiere suelos silíceos un poco ácidos, pero también puede desarrollarse en terrenos algo alcalinos. Lo principal es que sean fértiles y sueltos, no compactos.

Hábitat y distribución del madroño

Es un árbol que necesita algo de humedad ambiental y un clima no demasiado frío, sin fuertes heladas. Por lo que suele encontrarse en zonas frescas y húmedas como barrancos formados por ríos.

Se distribuye naturalmente por la región mediterránea, norte de África, Macaronesia, oeste de Francia, llegando hasta la isla de Irlanda.

Distribución del madroño, un árbol castizo… pero no tanto

Castizo por su presencia junto al oso en el escudo de la Comunidad de Madrid.

Pero el madroño está presente en casi todas las provincias de la Península Ibérica y en los archipiélagos balear y canario, escaseando en las más frías del interior.

Es relativamente abundante tanto en regiones mediterráneas como Cataluña como en regiones atlánticas como Galicia, especialmente en su zona más interior y sureña.

(Si te interesa el tema, echa un vistazo a mi top de árboles de Galicia.)

Ya ves que hay madroños más allá de Madrid.

En otras comunidades como Valencia, Murcia y Andalucía está protegido como especie amenazada o de interés especial.

El madroño canario, endémico del archipiélago

El madroño canario (Arbutus canariensis) es un pariente cercano del unedo, endémico de las Islas Afortunadas, como se conoce popularmente a los archipiélagos de la Macaronesia: Canarias, Azores, Madeira, etc.

En el archipiélago Canario se distribuye por sus islas occidentales, en realidad por todas salvo Lanzarote y Fuerteventura.

Las principales diferencias con el unedo son las siguientes:

  1. Corteza que se desprende con mucha facilidad dejando a la vista un tronco liso y suave.
  2. Hojas más largas, hasta 15 cm, con forma lanceolada.
  3. Flores con pelillos en el rabillo.
  4. Frutos anaranjados cuando están maduros. Los del unedo son más rojos.

El madroño canario puede hibridarse con el peninsular. Por lo que está prohibido plantar éste ultimo en el medio natural del archipiélago canario.

El madroño, un árbol ecológico y protector

La ramificada y densa copa del madroño sirve de refugio para muchos animales de nuestra fauna silvestre

Sus nutritivos frutos sirven de alimento en invierno a numerosas especies, tanto de aves como de mamíferos, que habitan en el medio natural.

Además, el néctar de sus flores alimentan a muchos insectos polinizadores, tan importantes en el ecosistema.

Aún tiene más valores ecológicos el madroño.

El madroño rebrota y crece con rapidez después de ser afectado por un incendio forestal, tan frecuentes en el medio natural mediterráneo.

Y también es beneficioso para las personas.

Propiedades y usos del madroño, no solo gastronómico

Ya te he dicho que no debes abusar de los ricos frutos del madroño por su contenido en alcohol, pero con ellos se elaboran mermeladas, confituras, aguardientes y licores muy apreciados.

Además de su valor gastronómico tiene grandes propiedades medicinales.

Los frutos del madroño son ricos en flavonoides como las antocianinas y la isoquercetina, de gran acción antioxidante, potenciada por su contenido de vitamina C.

También es rico en fibra, azúcares naturales como la fructosa, y minerales tan importantes como el calcio, magnesio, potasio, hierro y zinc.

Los 8 Cuidados vitales para el madroño

Es fácil que veas en un vivero madroños a la venta.

Así que si te gustaría tener uno, yo te animo porque no necesita cuidados complicados y responde muy bien siempre que las condiciones sean adecuadas.

Estos son los cuidados que necesita un madroño:

  1. Clima: Resiste las heladas siempre que no sean muy intensas ni prolongadas. Tampoco es resistente a las grandes sequías, las temperaturas muy elevadas, ni a la humedad ambiental muy baja.
  2. Suelo: Debe ser profundo y suelto, que mantenga la humedad pero que tenga buen drenaje. En cuanto al pH lo mejor es que sea neutro o un poco ácido, pero también puede desarrollarse sin problemas si es algo calizo.
  3. Luz: Necesita por lo menos unas cuantas horas de sol diarias. Pero si vives en una zona con incidencia solar muy fuerte en verano es mejor que lo ubiques en semisombra, protegido de los rayos directos.
  4. Riego: Tienes que evitar que el terreno se seque por completo pero sin demasiada agua y nada de encharcamientos. Esto te obligará a realizar riegos regulares durante el periodo seco y cálido para mantener la humedad en la tierra. Necesita más riegos cuanto más joven es y conforme van pasando los años requiere menos riegos.
  5. Abono: Para el madroño es peor el exceso de abono que la falta porque puede favorecer la aparición de plagas como los pulgones. En cualquier caso, le vendrá bien que le aportes un abono orgánico en primavera.
  6. Poda: Lo mejor es no podarlo. No lo necesita y tendrá una forma más natural. Si quieres darle forma o eliminar ramas secas o enfermas, puedes podarlo fuera de periodos de mucho frío o mucho calor.
  7. Trasplante: No tolera bien los trasplantes porque tiene raíces pivotantes muy profundas, por lo que tampoco es adecuado para plantar en una maceta.
  8. Multiplicación: Es bastante complicada. Las semillas requieren una estratificación en el frigorífico durante varios meses y los esquejes no suelen dar buenos resultados.

Ya estás perfectamente preparado para cuidar tu madroño.

Enfermedades del madroño, pocas pero peligrosas

Si cumples con los pocos cuidados que necesita es difícil que sufra el ataque de plagas y enfermedades.

Las plagas de insectos suelen afectarle poco y suelen ser de pulgones, muy fáciles de detectar y combatir con algún remedio natural, que incluso puedes hacer tú mismo.

Pero el principal enemigo del madroño son los hongos, especialmente los de suelo que pueden causar la pudrición de las raíces y la muerte del árbol.

El hongo más habitual en los madroños es Septoria unedonis, que causa una enfermedad llamada mancha negra del madroño, que afortunadamente no suele ser mortal.

Se caracteriza por la presencia de manchas negras en las hojas, de forma circular o elíptica. Si son muy grandes pueden causar la caída de la hoja (fuente).

Pero los hongos de suelo son peores.

Su proliferación suele estar causada por exceso de riego o mal drenaje. Los que más pueden afectar a los madroños son los del género Phytophthora.

Provocan la pudrición de las raíces y la obstrucción de los vasos que conducen la savia, con síntomas como el amarillamiento y la posterior marchitación de las hojas. En los casos más graves causan la muerte del árbol.

El madroño, un árbol mitológico

Como árbol mediterráneo que es, no falta en los relatos de la mitología clásica.

Casi todos relacionados con el semidiós Hércules y algunos de los 12 trabajos que le mandó el rey de Micenas, Euristeo.

Uno de ellos fue conseguir las manzanas de oro de un árbol del jardín de la ninfas Hespérides, custodiado por un dragón de cien cabezas llamado Dagón, que daban la inmortalidad.

Ese árbol sería un madroño para algunos estudiosos.

También se cree que el árbol que brotó de la sangre del gigante Gerión que daba frutos cuando salen las Pléyades (otoño e invierno) fue el primer madroño.

Todo esto según la mitología griega, claro.

Para los romanos era un árbol sagrado dedicado a Cardea, diosa de las bisagras, que protegía las puertas de las casas.

Para ti, mi ebook gratis

Espero que este artículo sobre árboles te haya sido de utilidad, y por supuesto te animo a compartirlo porque así me ayudas a traer más personas a Gracias Naturaleza. ¡Muchas gracias!

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Un abrazo enorme y hasta la próxima,

-Mario Angulo

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