Imagínate el siguiente escenario:
Compras trufa negra y se te echa a perder…
No hay mayor tragedia, ¿verdad?
Si estás aquí ya sabrás que consumir este hongo fresco es todo un manjar.
Pero si dejas pasar el tiempo y no se conserva bien, la trufa perderá su buen aroma y sabor.
Pues bien, este artículo lo he escrito para gente como tú. 🙂
Aquí te voy a contar todos los métodos concretos que existen para conservar trufa negra durante el mayor tiempo posible, manteniendo todas sus virtudes.
Así que venga, vamos a ello.
¿Cuánto tiempo se conserva la trufa negra?
Tras ser recolectada, la trufa negra (Tuber melanosporum) no tarda muchos días en oxidarse y perder gradualmente sus aromas.
Esto, naturalmente, es un problema.
Como regla general, se considera que una trufa está fresca cuando han transcurrido menos de dos semanas desde que fue recolectada. Si buscas la calidad exquisita, el límite temporal serán los 5 días.

¿Y cómo saber si una trufa negra está mala?
Muy sencillo:
Comenzará a resecarse y adquirirá una textura gomosa.
Para mantener este alimento en estado óptimo durante el plazo antes mencionado (e incluso hacer que dure más tiempo), deberás asegurarte de que reciban cuidados un tanto concretos.
Veamos pues cómo conservar trufas negras utilizando diferentes métodos.
Voy a empezar contándote el método más básico de todos… usar una nevera.
¿Cómo conservar trufas negras en la nevera?
Las trufas negras se pueden conservar en la nevera si se envuelven en papel de cocina y meten en un tarro de cristal. La temperatura del frigorífico debe mantenerse entre los 2 y 6º C. Sin embargo, existen muchos otros métodos para conservar trufas negras sin usar una nevera.
Verás, la realidad es la siguiente…
Como la trufa es húmeda y tiende a exudar, es importante envolverla en un papel de cocina o en un paño e introducirla dentro de un tarro de cristal.
También puedes guardarlas en un recipiente de barro poroso, pero es mejor evitar el plástico.

Quizás te parezca que este método para conservar la trufa en la nevera es un tanto simple…
Pero déjame decirte que precisamente es de los mejores, porque es así como más fielmente se conservará el aroma natural húmedo y rico que tiene la trufa negra fresca.
Además, y a fin de mantenerlas secas aún a pesar de su exudación, te aconsejo cambiar esa envoltura cada uno o dos días.
De esta manera, se mantendrán en buenas condiciones por un tiempo más largo.
Te recuerdo que aún conservando las trufas en nevera con este método, lo ideal es consumirlas antes de las dos semanas para que no pierdan su sabor o consistencia característica.
Aunque las trufas de verano duran aún más tiempo en refrigeración, con lo que también depende la variedad con la que trates.
Aún así, como ya te digo existen otros métodos de conservación que quizá te resulten de interés, así que aquí abajo te los cuento
Otros métodos de conservación de trufas: ¿cuánto tiempo aguanta en cada uno?
Hablemos ahora de otros métodos habituales para conservar las trufas.
Antes de nada, quiero dejarte claro que hay mucha controversia con respecto a si merece o no la pena utilizar estos métodos de conservación.
Ciertamente algunos de ellos sirven para que tus trufas duren más sin ponerse «malas», pero a cambio de perder su característico sabor.
Entonces…
¿Merece la pena conservar trufa negra con estos métodos?
Es una decisión que solo tú puedes tomar. Yo te los cuento y tú ya decides.
Conservar trufas negras en aceite de oliva

Hay quienes sugieren conservarlas en aceite de oliva.
Dicha práctica tiene sus pros y sus contras.
Al conservarlas en aceite, se corre el riesgo de que la acidez de este producto acelere su putrefacción.
Además, dado que la trufa principalmente está compuesta de agua (sustancia no lipídica como el aceite), es posible que la conservación de trufa en aceite lleve a que esta adquiera una consistencia gomosa (no deseable) más rápido.
E incluso en aquellos casos en los que logres conservarla en condiciones aceptables durante dos semanas, terminarán adquiriendo un sabor fuerte al paladar.
Conservar trufa negra en coñac
Por su parte, remojar una trufa en coñac la conservará por un período de entre una semana o un mes.
Sí, este periodo es algo superior al que podremos obtener con otros métodos, pero no es «gratis».
El problema es que la bebida también alterará su sabor original.
Eso sí, obtendrás un aceite o un coñac trufado que seguramente querrás degustar.
O quizá no. Hay quien no le gusta nada el sabor de este tipo de bebida, o que simplemente SOLO quiere saborear la trufa negra y nada más.
Así que de nuevo, ¡la decisión es tuya!
Conservar trufas negras mediante su congelación
Otra alternativa consiste en congelar las trufas negras.
Este método es el ideal si quieres que tus trufas duren mucho tiempo.
Más que nada porque te permitirá conservarlas por un período de entre nueve y doce meses.
Ojo porque si optas por este método, deberás guardarlas en bolsas al vacío o envolverlas con papel film para protegerlas de la exposición directa al aire frío.
La clave es que la trufa toque la mínima cantidad de aire posible.
Al momento de consumir una trufa congelada, hay que cortar o rallar sin descongelar solo la parte que vas a consumir y volver a almacenar el resto en el congelador.
No sabrá tan espectacular como la trufa fresca, pero si evitas que esté en contacto con el aire durante la congelación te sorprenderá lo bien que se conservan de este modo.
Conservar trufa negra mediante la desecación
Es otro método con el que se consigue que este delicioso hongo dure mucho, aunque en este caso cambiará completamente la textura del alimento.
Verás, la desecación consiste en eliminar TODO el agua del interior de la trufa, y posteriormente triturarla hasta convertirla en polvo.
Este polvo se puede espolvorear como especia o bien utilizar en salsa.
El método de la desecación se aconseja solo en el caso de las trufas de verano.
Conservación en nevera por inmersión en agua
Ciertos públicos defienden que si se va a conservar la trufa en la nevera, es mejor hacerlo con esta sumergida en un tarro de cristal con agua (utilizando la mínima cantidad posible para que las trufas estén sumergidas).
La lógica de este método de conservación aboga que así se evita el contacto con el aire y de este modo con hongos ambientales que pudieran colonizar la trufa.
Que yo sepa, esto no se ha demostrado, aunque podría tener sentido teórico.
El problema de este método es que la trufa absorbe agua, se hincha, e inevitablemente cambia su sabor a peor.
Conservar trufas negras en otras sustancias
También puedes conservarlas en su propio jugo junto a otras sustancias.
Para ello, debes sumergirlas en agua, brandy, jerez, oporto o vino blanco al interior de un recipiente de cristal.
También hay quien conserva la trufa junto a variedades de vinagre no demasiado fuertes.
Yo te aconsejo que no te compliques la vida y optes por métodos más simples. No está nada claro que estos métodos de conservación de trufa tan rebuscados resulten en ningún beneficio significativo.
¿Se debe limpiar la tierra de la trufa antes de conservarla?

Una pregunta muy común es si realmente hay que quitar la tierra a la trufa, o si acaso no es mejor dejarla encima de esta, como «cubierta protectora» para fomentar su conservación.
Pues bien, la respuesta es sí, debes limpiar la trufa.
Con agua fría se debe limpiar la tierra que rodea a la trufa, teniendo cuidado para no dañarla, y posteriormente secarla con extrema delicadeza utilizando papel de cocina. Tras hacer esto, ya están preparadas las trufas para su conservación.
¿Por qué las trufas negras son un alimento tan reconocido y cómo cocinarlas?
Las trufas negras son muy preciadas porque tienen un delicioso sabor y un aroma intenso, húmedo y terroso. Está claro por qué son tan valoradas por los amantes de los productos gourmet.
Verás, las trufas negras son hongos que crecen adheridos a las raíces de las encinas, carrascas y otros árboles propios de la región mediterránea de España.
Suelen prosperar a una altura de entre 100 y 1500 metros sobre el nivel del mar, cuya temperatura media anual oscila entre 11 y 14° C, y con un promedio anual de precipitaciones de 600 mm.

Además, los terrenos donde prosperan son poco compactos, pedregosos y ligeramente alcalinos (con un pH de entre 7,5 y 8).
Como crecen bajo tierra, es necesario recurrir a perros u otros animales entrenados para identificarlas y señalar el lugar donde se encuentran.

Sea como sea, con respecto a la preparación de la trufa negra, te doy unas pautas básicas que siempre viene bien recordar:
- Cortar la trufa negra en láminas es una buena manera de apreciar su sabor.
- También puedes rallar la trufa negra como si se tratase de un queso.
- La trufa negra no debe cocerse ni calentarse a grandes temperaturas.
¡No te compliques la vida!
Por supuesto, si te gusta la alta cocina, encontrarás mil recetas que puedes elaborar utilizando la deliciosa trufa como ingrediente, pero yo creo que sabe tan bien que casi que cuanto más simples las recetas, mejor.
Conclusiones sobre cómo conservar trufa negra fresca
En conclusión, estas son las claves que tienes que recordar con respecto a la correcta conservación y consumo de la trufa negra:
- Conserva la trufa en la nevera.
- Procura consumir antes de las dos semanas.
- Limpia la tierra en torno a la trufa antes de conservarla.
- Usa tarros de cristal o barro poroso, y no de plástico.
- Emplea otros métodos de conservación tan solo si tú tienes una razón particular que lo justifique.
Extra: Regalito de fin de artículo
Has llegado hasta el final de este artículo, así que estarás de acuerdo conmigo cuando digo esto:
¡El mundo de las conservas es fascinante!
Porque no solo basta con cultivar, recolectar o comprar buenos alimentos, también es muy importante el cómo los conservamos. En este sentido, podrás encontrar toda una categoría de artículos en Gracias Naturaleza sobre la conservación de hortalizas, frutas, setas y demás.
Como regalito, aquí te dejo un enlace para descargar gratis mi ebook: 10 Errores a evitar en tu huerto o jardín.
Un abrazo enorme y hasta la próxima,
-Mario Angulo

Hola, me llamo Mario y soy un entusiasta de la jardinería y horticultura. También me encantan los animales y el aire libre. Como creador de Gracias Naturaleza, te ayudo a tomarte un descanso del mundo moderno, para vivir una vida más natural y en definitiva más feliz.