Mucho ojo.
Porque no es oro todo lo que reluce.
Y sí, el anís es genial.
De hecho, es de mis aromáticas/especias favoritas. 🙂
Pero cuidado, porque aún a pesar de las propiedades medicinales del anís, resulta que también tiene contraindicaciones (casos en los que no hay que tomarla).
Hay mucho por explicar, así que venga, ¡vamos a ello!
Tipos de anís: Verde y Estrellado
Sí, existen varios tipos de anís.
Por un lado, está al anís verde o matalahúva (Pimpinella anisum). Esta es la planta más interesante desde el punto de vista de sus propiedades medicinales.
No hay que confundirlo con el anís estrellado (Illicium verum), también llamado badiana, anís estrellado chino o badiana china. Brilla por sus usos en la cocina, aunque también tiene propiedades interesantes a veces comparables a la del anís verde.
Esto que ves en la siguiente ilustración es anís estrellado:
El anís verde y el anís estrellado son plantas distintas, ¡con orígenes distintos!
- Pimpinella anisum procede de la parte meridional del Mediterráneo.
- Mientras que Illicium verum es originario de China.
Ambos contienen gran proporción de anetol en sus semillas (también el hinojo, entre otras aromáticas), y por esto que tienen un sabor y unas propiedades parecidas.
Aquí va un ejemplo de semillas de anís verde…
Gracias a los principios activos de estas semillas (más abajo en este artículo tienes una lista completa de estas), las semillas de esta hierba ofrecen acciones terapéuticas muy útiles.
Pero vamos, ya verás como a simple vista no confundes los frutos de los distintos tipos de anís, porque los del anís estrellado tiene eso… forma de estrella.
Para muestra, un botón:
Dicho esto, a mí el anís me fascina y quiero contarte con todo lujo de detalle por qué el anís (sobre todo el anís verde o Pimpinella anisum) tiene propiedades tan interesantes.
Beneficios y propiedades medicinales del anís
Los principales beneficios del anís son los siguientes.
- Favorece la digestión: Gracias al ácido málico que contiene el anís, este tiene propiedades digestivas, antiespasmódicas y carminativas. Ayuda con la indigestión, las náuseas, flatulencias y gases. No hace tanto que se tenía la costumbre de tomar una copita de anís por las mañanas para evitar malestares estomacales. (Fuente).
- Combate el estreñimiento: El anetol que contiene el anís mejora los movimientos del intestino, ayudando de esta forma a la eliminación de las heces (ensayo clínico).
- Alivia el dolor de cabeza y la migraña: Por su contenido en estragol, eugenol, linalol y anetol, el anís tiene propiedades analgésicas y antiinflamatorias. De esta forma, ayuda a combatir el dolor de cabeza y otros dolores (estudio).
- Reduce el estrés y los nervios: Por poseer propiedades muy ligeramente ansiolíticas, el anís ayuda con el estrés y con trastornos de ansiedad.
- Ayuda en procesos respiratorios: Gracias a sus propiedades expectorantes, antiinflamatorias y antioxidantes (estudio), el anís verde ayuda a eliminar mocos y fluidos, así como alivia los síntomas catarrales.
Naturalmente, teniendo semejante currículum, no es de extrañar que el anís sea una planta medicinal utilizada desde antaño para atajar o aliviar varias dolencias.
¿Y de qué maneras puedes consumir el anís?
Veamos…
Formatos frecuentes del anís para la aplicación del anís: infusiones y aceites
Los granos del anís, así tal cual NO se pueden ingerir.
Es cierto que si los masticas quizá reduzcas el mal aliento (halitosis), pero no te los tragues.
La forma más habitual de consumir el anís en grano es en infusión.
Y por supuesto que puedes combinar el anís con otras hierbas para potenciar el efecto a conseguir. Por ejemplo, para favorecer una buena digestión te recomiendo que combines el anís con manzanilla o con hinojo.
Asimismo, otro formato bastante usado del anís es su aceite esencial, el cual se usa de modo tópico:
¿Quieres saber cómo usar el aceite esencial?
Pues ahí van unas cuantas ideas:
- El aceite esencial de anís es perfecto para dar friegas y masajes sobre zonas doloridas, para relajar y calmar esas zonas. Para ello, lo más idóneo es diluir varias gotas del aceite esencial en otro aceite vegetal como puede ser de almendras o de coco (esto va a gustos).
- Puedes añadir unas gotas de aceite esencial en un recipiente con agua caliente y hacer vahos, verás como mejora esa tos y ese resfriado.
- Igualmente, si añades unas gotas del aceite esencial de anís a un difusor de olor o a un humidificador vas a conseguir un ambiente impregnado del aroma del anís, que verás como resulta relajante. El anís en aromaterapia sirve para paliar los síntomas menstruales y los de la menopausia.
Con fines terapéuticos, también puedes encontrar el anís en forma de tintura.
Contraindicaciones del anís y precauciones
Evita consumir anís verde en los siguientes casos:
- Si estás embarazada o en periodo de lactancia.
- En niños menores de 12 años.
- En caso de cáncer de mama u ovarios, ya que el anís puede interferir en la producción de estrógenos.
- En caso de problemas con el hierro, ya que el anís puede alterar la absorción del hierro.
¿Por qué no se recomienda en niños?
Pues simple y llanamente, resulta que existe una tercera especie vegetal comúnmente reconocida como anís. Se trata del anís del Japón (Illicium anisatum) y es neurotóxico.
En España, está prohibida su venta al público, pero a veces los productos del anís estrellado normal (Illicium verum) están contaminados con Illicium anisatum, cuyas semillas son indistinguibles, con lo que es mejor ser prudentes.
Y todo esto no me lo invento, eh. Que existen reportes en revistas científicas sobre casos de intoxicación en lactantes con anís estrellado, así que ojo.
Características del anís verde (Pimpinella anisum) como planta
El anís verde (Pimpinella anisum), también llamado matalahúva o matalahúga, pertenece a la familia de las Apiáceas. Tiene su origen en el Sudoeste Asiático y en el litoral Este del Mediterráneo. Es una planta herbácea que puede alcanzar 1 metro de altura. Sus flores son pequeñas y blancas. Pero sin duda, lo más preciado del anís son sus semillas.
Las semillas, que llamamos anís en grano, son alargadas y miden unos 4 milímetros de largo.
Ya has visto antes una foto de sus semillas, así que ahora aquí tienes una de sus pequeñas flores blancas:
Los granos de anís tienen un sabor intenso, casi picante y con un toque dulce que recuerda al regaliz.
Es la parte de la planta donde se concentran más principios activos, sobre todo el anetol, que son los responsables de ese sabor tan característico y de sus propiedades beneficiosas para la salud.
Composición química del anís: Principios activos como el anetol y el estragol
El anetol está presente en gran proporción, pero no es su único componente. Aquí te indico otras sustancias interesantes también presentes en los granos del anís verde:
- Anetol.
- Estragol, eugenol, linalol.
- Metilcavicol.
- Ácidos málico y cafeico.
- Flavonoides.
- Vitamina C.
- Minerales (calcio, hierro, fósforo y magnesio entre otros).
Son estos compuestos los que le confieren al anís sus estupendas propiedades digestivas, laxantes, carminativas, antiinflamatorias que ya te he comentado.
Más utilidades del anís, culturales y gastronómicas
Uno de los principales usos del anís es la elaboración de licores.
Hay varios métodos de elaboración del licor de anís, bien por maceración de los granos de anís en aguardiente, o bien mediante procesos de destilación. El resultado es una bebida espirituosa de alto contenido en alcohol.
Los anises, cazallas y chinchones españoles son muy conocidos y consumidos, también son famosos el pastis y el anisette franceses.
En muchos países tienen su propia bebida elaborada a base de anís.
Todos son parecidos… pero diferentes.
En algunos de ellos, en su elaboración se añaden más hierbas, como el anís estrellado o badiana, hinojo, regaliz y demás. También cambia la proporción de azúcar añadido, de tal manera que llamamos «seco» a los licores sin o con poco azúcar añadido, y «dulce» a los que incorporan azúcar extra.
¿Para qué más cosas puedes utilizar los granos de anís?
Pues sin salir de casa, el anís en grano lo puedes utilizar en la cocina.
Va genial en repostería para dar ese sabor anisado a bizcochos, galletas y otros dulces. A veces, por comodidad se añade directamente licor a la masa (en lugar de granos) para dar el sabor anisado.
Y aquí acaba la guía sobre esta planta aromática. ¿Te ha gustado? 🙂
Espero que sí, pero sobre todo espero que te haya sido muy útil.
En este caso, por favor te pido que dediques un minuto a compartir esta página web con tus allegados, porque así me ayudas a crecer y traer más personas a Gracias Naturaleza.
Un abrazo enorme y hasta la próxima,
-Mario Angulo
Hola, me llamo Mario y soy un entusiasta de la jardinería y horticultura. También me encantan los animales y el aire libre. Como creador de Gracias Naturaleza, te ayudo a tomarte un descanso del mundo moderno, para vivir una vida más natural y en definitiva más feliz.
Muy interesante, me gustó mucho éste artículo. También me gustan los animales, las plantas, la naturaleza. Recuerdo que cuando niña, en la sierra de Chihuahua, cortabamos anís en el campo, crecía solo y era una planta muy ligera, no sé explicarlo pero no se le veían hojas.
Felicidades y Gracias
Así es, el anís crece bastante bien silvestre según el clima o el lugar en el que se encuentre. Es una planta fantástica y con muchos usos. Un saludo y gracias por el comentario Verónica.