¡En efecto!
La lavanda se puede reproducir con esquejes.
Es cómodo, es fácil y sobre todo, es muy efectivo.
Eso sí, si no prestas atención a cómo cortas, preparas, plantas y cuidas tus esquejes de lavanda, entonces no esperes ningún resultado medio decente.
Así que en esta breve guía de Gracias Naturaleza te doy todos las claves para sacar adelante tus esquejes con éxito.
¿Suena bien?
Pues a por ello.
¿Cuándo esquejar lavanda? Esta es la época ideal
Para que el proceso de esquejado de lavanda tenga éxito es muy importante que el clima sea benigno.
Porque si hace calor o frío extremo, los esquejes morirán.
De esta manera, los mejores momentos para esquejar lavanda son a finales de verano, a principios del otoño, o bien al comienzo de la primavera.
En zonas donde tienen buen clima todo el año, realmente se puede esquejar durante todo el año, aunque si acaso se puede evitar el invierno para ser aún más prudente.
Si preparas tus esquejes a final de verano o en otoño, en la siguiente primavera ya los podrás trasplantar en el exterior.
Reproducir lavanda con esquejes paso a paso
Este es el proceso para reproducir la lavanda con esquejes paso a paso:
- Elige una planta de lavanda sana y vigorosa.
- Corta varias ramas de lavanda de 10 o 15 centímetros.
- Prepara y deshoja los 2 tercios inferiores de los esquejes.
- Pon las bases de los esquejes en hormona de enraizamiento (opcional).
- Planta los esquejes en pequeñas macetas.
- Riega para humedecer la tierra.
- Mantén los esquejes en unas condiciones apropiadas para que enraícen.
- Al cabo de unas 6 semanas los esquejes habrán arraigado y estarán listos para su trasplante a otra maceta mayor o al lugar definitivo si el clima es apropiado.
Visto así parece sencillo, ¿a qué sí?
Y realmente lo es… más o menos.

Lo que ocurre es que en algunos de los pasos hay que conocer detalles que marcarán la diferencia entre el éxito y el fracaso a la hora de reproducir lavanda con esquejes.
Vamos a verlos.
¿Cómo cortar los esquejes de lavanda?
La lavanda es un arbusto leñoso, que conforme va madurando «lignifica», lo que significa que las ramas más antiguas (que están por la base de la planta) se convierten en madera dura.
La pregunta que te harás a continuación es obvia…
¿Qué tipo de rama tengo que elegir para conseguir esquejes que funcionen?
- Pues bien, te recomiendo hacer esquejes de madera blanda, porque enraízan con más facilidad y porque así no estropeas ni deformas tanto la planta madre.
- O sea, elige ramas de lavanda que no hayan comenzado todavía el proceso de lignificación a madera dura.
- De este modo, tienes que seleccionar una rama de madera blanda y que ese año no haya florecido.
- Corta la rama de unos 10 o 15 centímetros de la punta, no importa si tiene sobre ella otras ramitas secundarias.
Para ello prepara un cuchillo o tijeras bien afiladas.
Y POR FAVOR, desinfecta bien la herramienta antes de usarla. Tiene que estar totalmente limpia y en buen estado, tal que así:

Este paso es crucial para evitar propagar hongos que haya por allí.
Sé que puede dar perece, pero de verdad… no omitas el paso previo de desinfectar tus herramientas, antes de preparar cualquier esqueje o antes de hacer la poda de cualquier planta, incluso en la poda de árboles y frutales esto es muy importante.
¿Cómo preparar los esquejes de lavanda?
Una vez que tienes tus ramas cortadas, elimina las ramitas secundarias y las hojas de los 2 tercios inferiores de la rama cortada, y deja las del tercio superior.
Si hay ramitas ten la precaución de dejar los nudos en la rama principal intactos.
¡Estos nudos enterrados bajo tierra ayudarán a producir raíces!
Alternativamente, puedes cortar solo las ramitas secundarias del tercio de abajo y dejar las de los 2 tercios superiores, como te muestro en esta imagen:

A continuación, haz un corte en diagonal en la base de la rama principal.
Puedes sumergir la base del esqueje en hormona de enraizamiento, y con 1 hora será suficiente. Sobre este tema te tengo que decir que en el caso de la lavanda a diferencia de otros esquejes, no es imprescindible usar enraizante.
También te sugiero que leas mi guía útil sobre cómo hacer enraizante casero.
Otra cosita más, a diferencia de los esquejes de otras plantas, los esquejes de lavanda no hay que dejarlos un tiempo en agua, porque se plantan directamente en tierra.
Aquí abajo te explico cómo hacerlo.
¿Cómo plantar los esquejes de lavanda?
Prepara una maceta con un sustrato adecuado para esquejes. Que la maceta sea de barro preferiblemente, y que tenga agujeros para el drenaje.
¿Qué sustrato utilizar?
Pues tiene que estar bien aireado, suelto para permitir el intercambio de gases, y que mantenga la humedad necesaria para la germinación.
¿Cómo se consigue esto?
Pues fácil, prepara una mezcla a partes iguales de fibra de coco, de turba y de arena.
Si las macetitas son pequeñas, pon 1 esqueje en cada maceta. Si son más grandes, puedes colocar varios manteniendo una distancia de 5 centímetros entre sí.
Por supuesto, no es necesario usar macetas y si quieres puedes plantar esquejes de lavanda directamente en el suelo. Aunque en maceta puede ser más fácil controlar las condiciones hasta que el esqueje arraigue.
Con un bolígrafo o con el dedo ve haciendo agujeros en el sustrato. Y en cada agujero coloca un esqueje, que quede bien metido hacia abajo para que no se salga. Presiona suavemente la tierra a los lados para que queden bien sujetos.
No te recomiendo que abones ni fertilices, ya que estos productos podrían dañar o quemar las ramitas, que en este momento son muy vulnerables.
Eso sí, riega un poquito, que la tierra quede húmeda pero no mojada.
Si queda con excesiva agua los esquejes se pudrirán.
Y ya está más o menos, ahora toca ESPERAR.
¿Pero esperar cómo? ¿En cualquier sitio y de cualquier manera van a enraizar?
Pues claro que no…
Condiciones apropiadas y tiempo para que los esquejes enraícen
Las condiciones ideales para que los esquejes de lavanda enraícen son las siguientes:
- Iluminación: Colocar la maceta en un lugar iluminado, pero sin recibir sol directo.
- Temperatura: Lo más adecuado es en torno a los 20 ºC.
- Humedad: El proceso de enraizado requiere de humedad constante. Para mantener la humedad puedes colocar como una botella de plástico cortada por la mitad a modo de campana protectora. De vez en cuando la levantas para evitar que aparezca moho en la planta. También puedes usar riego por goteo casero.
En estas condiciones, al cabo de unas 6 semanas los esquejes habrán enraizado e incluso podrás observar que ya van formando nuevas hojitas.
Es conveniente dejarlas crecer en esa misma maceta un par de meses más para que cojan fuerza.

Y ahora sí, ya tienes tus nuevas y pequeñas plantas listas para ser trasplantadas o a macetas mayores, o a su lugar definitivo en el exterior si ya han pasado las heladas y el clima lo permite.
Para que cuides a tus nuevas plantas de la lavanda como se merecen, aquí te dejo un resumen de los cuidados que van a necesitar:
Guía muy resumida de cuidados de la lavanda
Este es el resumen de los cuidados de la lavanda.
- Clima: Le va bien el clima templado, con temperaturas de suaves a cálidas propias de la zona del Mediterráneo de donde es originaria.
- Iluminación: La lavanda necesita mucha luz y un mínimo de 6 horas diarias de exposición solar directa. Esta condición es imprescindible para conseguir una buena floración.
- Sustrato: Le van bien los sustratos alcalinos, arenosos y que estén muy bien drenados. Las raíces de la lavanda no soportan la humedad excesiva ni los encharcamientos. Este detalle es muy, pero que muy importante.
- Ubicación: Puedes cultivar la lavanda tanto en maceta para terrazas como directamente en suelo, para huerto o jardín. En ambos casos deja una distancia de 0,5 metros entre plantas, y ten la precaución de no colocarla a la sombra de un árbol.
- Riego: Será suficiente con regar 1 vez a la semana en los meses cálidos, revisa que el sustrato se haya secado entre riegos y recuerda no mojar hojas ni flores. La lavanda soporta periodos de sequía tan comunes en la cuenca mediterránea.
- Abono: Para tener una floración abundante se recomienda no abonar.
- Poda: Para rejuvenecer la lavanda y que crezca con fuerza y vigor, es muy aconsejable podar la lavanda 1 vez al año, en otoño después de la floración, o en primavera antes de que comience.
Si esta planta te gusta tanto como a mí y quieres saber más sobre ella no te olvides consultar mi artículo sobre la hierba aromática y medicinal lavanda (Lavandula).

Y aquí acaba la guía sobre esta planta aromática. ¿Te ha gustado? 🙂
Espero que sí, pero sobre todo espero que te haya sido muy útil.
En este caso, por favor te pido que dediques un minuto a compartir esta página web con tus allegados, porque así me ayudas a crecer y traer más personas a Gracias Naturaleza.
Un abrazo enorme y hasta la próxima,
-Mario Angulo

Hola, me llamo Mario y soy un entusiasta de la jardinería y horticultura. También me encantan los animales y el aire libre. Como creador de Gracias Naturaleza, te ayudo a tomarte un descanso del mundo moderno, para vivir una vida más natural y en definitiva más feliz.
Muy clara y sencilla la explicación.
Voy a transplantar según tus indicaciones ; en Peru estamos en inicios de otoño y mi lavanda crece en maceta en mi ventana.
Su aroma me ayuda a dormir , colocó flores en una bolsita y la colocó debajo de mi almohada.
Gracias por compartir tu conocimiento…
María Acosta
Muchas gracias María.
Pues dentro de poco publicaré un artículo sobre cómo secar lavanda, y si tú ya haces bolsitas de lavanda es muy probable que ya dispongas de esos conocimientos, pero aún así te recomiendo también mirar ese artículo porque ahí contaré varios métodos para que el olor dure durante mucho tiempo.
Un saludo.