Vale. Vamos a ver.
Estás aquí por una razón:
Quieres aprender a hacer fungicida casero, ¿no?
Pues en fin, déjame decirte que haces bien.
Imagino que si estás aquí ya sabrás lo asquerosos que son los hongos y la pena que da perder tus cultivos o plantas por su culpa.
¡Pero no tiene por qué ser así!
Con los 8 métodos que te cuento en esta lista, podrás decir adiós a los hongos de una vez por todas.
Eso sí, es importante que todos los métodos que te diré a continuación los apliques bien temprano por la mañana o directamente al anochecer, para evitar quemar a tus plantas.
1. Fungicida casero a base de ajo

A partir de ahora el ajo no solo será un ingrediente estrella en tu cocina, sino que también lo será en tu jardín. De hecho, si eres visitante habitual de Gracias Naturaleza (como debe ser 😉 ), ya recordarás que el ajo es efectivo contra pulgones, trips e incluso caracoles.
Pues mira, este increíble bulbo también sirve de fungicida, nematicida y bactericida.
¡Todo en uno!
Sirve para eliminar especialmente hongos como el pythium, la roya o la botritis.
Los pasos a seguir para hacer fungicida casero con ajo son los siguientes:
- Comienza picando 100 g de ajo en trozos lo más pequeños que puedas. No retires su pielecilla, ya que tiene muchos beneficios para el fungicida.
- Agrega los trozos en una olla junto con 1 litro de agua de lluvia. Si no tienes, puedes utilizar agua de grifo que hayas dejado reposando durante al menos 24 horas.
- Tapa la olla y déjalos macerando durante 1 día entero.
- Pasado este tiempo, coloca la olla tapada a fuego alto hasta que comience a hervir.
- Ahora baja el fuego al mínimo y déjalo infusionar por 1 hora.
- Deja que se enfríe y pasa la mezcla por un colador.
- No es necesario diluirlo. Tan solo añade la mezcla directamente al pulverizador y rocíala sobre tus plantas si estas están siendo atacadas por hongos o por insectos sensibles al ajo, incluyendo la parte posterior de las hojas.
Recuerda que este fungicida no debería ser almacenado más de dos semanas.
2. Fungicida casero con bicarbonato

Este método no solo te servirá como fungicida contra el mildiu, la roya y el oídio, sino que también funciona como insecticida contra la cochinilla, pulgones, mosca blanca y orugas.
- Agrega 4 cucharadas de bicarbonato en 1 litro de agua.
- Remueve bien hasta disolver.
- Vierte la mezcla en un pulverizador y utilízalo una vez cada 3 días hasta eliminar todos los hongos de tus plantas.
Personalmente, considero que la eficacia de esta sustancia contra la dichosa cochinilla es una gran ventaja. Recuerda que ya te hablé de ella en mi guía útil sobre cómo identificar y eliminar la cochinilla. Lo bueno es que aún hay otras sustancias útiles, algunas muy baratas.
3. Fungicida casero para las plantas hecho con vinagre

Es importante que tengas especial CUIDADO con el uso de este fungicida, ya que si te excedes puedes quemar la planta y acidificar el pH de tu suelo.
Eso así a la brava no es buena idea, porque el suelo ácido solo beneficia a cierto tipo de plantas (las plantas acidófilas como la gardenia, el brezo, la hortensia y la forsitia).
Este método funciona con hongos como la fumagina, antracnosis, botritis y oídio.
- Llena tu pulverizador con 1 litro de agua de lluvia o agua del grifo reposada.
- Añade 1 cucharada de vinagre, remueve bien la mezcla y rocíala sobre las hojas afectadas.
Utiliza este fungicida casero dos veces por semana hasta eliminar el problema.
De nuevo, resulta que este fungicida casero también sirve contra algunos insectos, notablemente contra los mosquitos de las plantas. Aunque he de decirte que si tienes un problema con los mosquitos, en la mayoría de ocasiones esto es por un exceso de humedad ambiental.
4. Fungicida con purín de cola de caballo (Equisetum arvense)

Un beneficio adicional de este fungicida casero, es que su alto contenido en silicio lo hace perfecto para reforzar los tejidos celulares de las plantas.
De nuevo, puedes utilizar este método tanto para prevenir, como para combatir los ataques de hongos, especialmente contra el mildiu, botritis, roya y oídio. Los pasos para hacer fungicida casero con la planta conocida como «cola de caballo» son los siguientes:
- Comienza recolectando los tallos estériles de la cola de caballo.
- Para ello utiliza unas tijeras limpias, de esta forma no dañarás la planta.
- Luego pica en trozos pequeños los tallos. Puedes utilizar un machete o unas tijeras de poda. Las cantidades son: 1 kg de planta fresca o 250 g si es que está seca. Recuerda que mientras más pequeños sean los trozos, mucho mejor saldrá el fungicida.
- Añade los trozos a una cubeta y llénala con 10 litros de agua de lluvia o agua de grifo reposada.
- Cubre con una tapa para que no penetren insectos que puedan contaminar la mezcla y déjalo en un lugar a la sombra.
- Todos los días utiliza un palo de madera para remover durante 5 minutos. Este paso es el más importante, ya que hará que la mezcla se oxigene. Si no se hace, el purín se pudrirá (algo parecido a lo que pasa si no recuerdas oxigenar de vez en cuando tu compost casero).
- Tras dos semanas estará listo para pasarlo por un colador y utilizarlo en las plantas afectadas por hongos. Recuerda no utilizar ningún instrumento metálico.
Para aplicarlo, mezcla 1 litro de purín y 10 litros de agua.
O sea, que AQUÍ SÍ es importante diluir el preparado.
Una vez lo hayas diluido, puedes usar este purín de cola de caballo con un pulverizador o también como agua de riego directamente en las plantas.
La mezcla que te sobre puedes conservarla en un lugar fresco durante 6 meses máximo (dentro de un recipiente con tapa oscura para que no penetren los rayos del sol).
5. Fungicida casero con purín de ortigas (Urtica)

Lo mejor de todo es que este purín aporta nitrógeno, fósforo, hierro y calcio a tus plantas, además de aumentar sus defensas y revitalizar la estructura del suelo.
Por supuesto, estos nutrientes también los puedes aportar con humus de lombriz, abonos minerales o incluso los puedes tú mismo. Por ejemplo, hace poco escribí una guía útil sobre como hacer calcio casero para las plantas con ingredientes de la casa.
Sea como sea, para hacer este fungicida casero a base de purín de ortigas, necesitarás 1 kg de ortigas y 10 litros de agua de lluvia. Los pasos a seguir son los siguientes:
- Recuerda ponerte unos guantes ya que esta planta suele picar bastante al tacto. De hecho, el nombre médico del picor (Urticaria) es similar al nombre botánico de esta planta (Urtica) y con razón.
- Comienza recolectando tus ortigas con la ayuda de unas tijeras.
- Córtalas a partir del tallo (preferiblemente si están tiernos, no leñosos ni en floración), ya que las raíces no funcionan en esta preparación.
- En un bidón de plástico, añade las ortigas junto con los 10 litros de agua de lluvia o agua de grifo reposada.
- Remueve la mezcla con la ayuda de un palo de madera durante 5 minutos todos los días.
- Al finalizar, déjalo tapado para evitar contaminarlo, pero sin que sea un cierre hermético para que la mezcla pueda airearse. Déjalo en un lugar a la sombra y fresco dentro de la huerta pero con algo de distancia, ya que en los próximos días va a producir olores un tanto desagradables.
- A partir del cuarto día ya estará listo para ser utilizado como fungicida.
Para aplicarlo, pásalo por un colador y realiza una disolución de 1:15 en un pulverizador (1 parte de ortigas y 15 de agua de lluvia). Recuerda no utilizar ningún instrumento metálico.
Si lo quieres conservar, hazlo en un recipiente de plástico con tapa, ubicado en un lugar fresco y oscuro por un máximo de dos meses.
6. Capuchina como «planta trampa» y anti hongos (Tropaeolum majus)

Un dato curioso es que a la capuchina, cuyo nombre científico es Tropaeolum majus, se le conoce como «planta trampa», debido a que ciertas plagas llegan primero a ella, antes que a otros cultivos.
Además, es una de las plantas con las que más se suelen hacer extractos vegetales.
Su uso es excelente para eliminar el chancro frutal y el mildiu.
- Recolecta medio kilo de hojas frescas de capuchina y pícalas en trozos pequeños.
- Coloca a 2,5 litros de agua a hervir.
- Poco a poco añade las hojas a la mezcla y déjalas en el fuego 3 minutos.
- Pasado este tiempo, apartarlas y déjalas reposar con tapa hasta que enfríen.
- Pásalas por un colador y reserva el líquido para el pulverizador.
Entonces, tienes dos formas de aplicarlo:
Si lo usarás para hongos frutales como el chancro, úsala sin diluir y repite cada tres días.
Si es para prevenir el mildiu, diluye en agua con una proporción de 1:3 y repite una vez a la semana. ¡Bastante sencillo!
7. Caldo bordelés como fungicida con ingredientes químicos

Aunque es un fungicida casero, no contiene ingredientes naturales, por lo que son más difíciles de conseguir.
- Mezcla 100 g de sulfato de cobre en 1 litro de agua hasta que se disuelva la sustancia.
- Paralelo a esto, disuelve en otro envase 100 g de hidróxido de calcio en 9 litros de agua.
- Ahora añade la mezcla del sulfato de cobre dentro del recipiente con la disolución de calidra (nombre comercial de hidróxido de calcio) y remueve todo perfectamente.
Aplica este fungicida con un pulverizador, cuando no haya mucho viento, mezclando partes iguales de caldo y de agua.
Recuerda usar guantes y gafas para manipularlo.
Puedes conservarlo cómo máximo 3 días.
8. Jabón potásico como fungicida e insecticida fácil y casero

¡Importante! El jabón potásico que utilices ha de ser natural. No debe contener perfumes, colorantes, blanqueadores ni espesantes.
- Añade en un balde 1 litro de agua caliente y 25 g de jabón potásico.
- Remueve bien hasta disolver.
- Aplica por toda la planta con un pulverizador en una proporción de 1:4 (1 parte de jabón con 4 de agua). Repite la dosis cada 3 días hasta eliminar los hongos.
Puedes conservarlo cómo máximo un mes.
¿Cuál es el mejor fungicida casero contra el mildiu, la roya, el oídio, etc.?
La realidad es que el mejor fungicida casero es el que tú te puedas permitir hacer y utilizar, por facilidad para reunir los ingredientes, y por facilidad para acordarte y aplicarlos sobre tus plantas enfermas regularmente. Personalmente, mis favoritos son aquellos hechos con ajo, ortigas o jabón potásico.
Pero no hay un fungicida «ideal», que yo recomiende para todo el mundo.
Porque depende del caso en cuestión.
De tus plantas.
De tus cosumbres.
Y por supuesto, del hongo atacante.
Cada uno tiene su truco, y como te he comentado a lo largo de esta guía, muchas de estas sustancias caseras son también efectivas para tratar otras plagas, así que puedes marcarte un 2 por 1.
Creo que tenemos que admitir la realidad:
Las plagas y enfermedades son todo un problema en cualquier huerta o jardín.
Pero no son NI DE CERCA el único problema del que deberías preocuparte (si es que quieres tener a tus plantas bien cuidadas).
Para aprender todavía más, descarga gratis mi ebook 10 Errores a evitar en tu huerto o jardín.
¡Te aseguro que te será super útil!
Un abrazo enorme y hasta la próxima,
-Mario Angulo

Hola, me llamo Mario y soy un entusiasta de la jardinería y horticultura. También me encantan los animales y el aire libre. Como creador de Gracias Naturaleza, te ayudo a tomarte un descanso del mundo moderno, para vivir una vida más natural y en definitiva más feliz.