Oídio: Remedios y tratamientos útiles (con o sin fungicidas)

Oídio

A ver si acierto:

Tú ya sabes qué es el oídio.

Y lo que te interesa es su TRATAMIENTO y prevención.

¿He acertado? 🙂

Entonces sigue leyendo.

Por otro lado, si resulta que no tienes claro qué es realmente el oídio, no te preocupes, porque también respondo a esa duda más abajo en este artículo.

Sea como sea, ¡vamos a ello!

Tratamiento del oídio: ¿Qué remedios caseros o químicos usar?

Pues bueno…

Actualmente te digo que existen varios tratamientos para liberarse de este mal.

En mi opinión, las mejores alternativas son los remedios caseros.

Acudir a fungicidas (mata hongos) químicos puede ser una buena opción, pero recuerda que no siempre es una buena opción en el caso de que las afectadas sean plantas frutales.

1. Cabezas de ajo

El ajo es un fungicida casero contra el oídio y otros hongos bastante casero y potente.

Por ejemplo, también puedes usarlo para tratar mildiu.

Remedios caseros contra el oídio - Ajo
El ajo es un conocido antifúngico (detalles) útil incluso para la salud humana, y también para el huerto.

El ajo contiene múltiples principios activos que también son antibacterianos, y además actúa como repelente de hormigas en las plantas y otros insectos.

  1. Necesitarás sumergir 30 dientes de ajo machacados en un litro de agua.
  2. Entonces tienes que hervir dicha agua durante unos 7 minutos.
  3. Después de ese periodo de tiempo, debes colar el agua para dejar por fuera a los restos que hayan liberado los ajos.

Te vas a quedar entonces con el líquido resultante, que puedes introducir en un tamizador o un atomizador de spray.

Y eso es todo, a rociarlo sobre tus plantas con oídio.

2. Cola de caballo

La cola de caballo (Equisetum arvense) no tiene nada que ver con la cola de los equinos.

Sí, sé que seguramente eso ya lo sabías. 😉

Este es el aspecto que tiene la planta…

Tratamiento natural contra el oídio - Cola de caballo (Equisetum arvense)
Muchas plantas poseen sustancias con propiedades beneficiosos, y de ahí surge el concepto de sinergia entre plantas y huertos sinérgicos. Por ejemplo, muchas hierbas aromáticas como la caléndula también sirven como nematicidas.

La cola de caballo es una planta bastante famosa por sus características antimicóticas.

Es decir, que también tiene propiedades contra los hongos…

  1. Lo que debes hacer es utilizar el extracto de cola de caballo para mezclarlo con agua.
  2. Usas dicha mezcla diluida usando un pulverizador o atomizador de spray.

Este remedio de cola de caballo es muy, muy efectivo.

Pero si a esa mezcla le añades un poco de hojas de ortiga o salvia, el efecto será aún más agresivo.

3. Sulfato de cobre

Sí, el sulfato de cobre es bastante eficaz para erradicar el oídio.

¡Pero debes tener mucho cuidado!

Para usar este producto, recuerda siempre usar guantes y mascarilla.

Sulfato de cobre para eliminar al oído, hongo perjudicial en las plantas
Si te gustan las series de televisión, el sulfato de cobre quizá te recuerde al popular producto de un tal WW. Si pillas la referencia, ya sabes a lo que me refiero.

El sulfato de cobre debes mezclarlo con agua. Se emplea una pequeña cucharada de sulfato de cobre por un litro de agua. Si la mezcla es demasiado oscura, agrega más de agua.

Generalmente, el sulfato de cobre lo venden en sobres y en sus instrucciones te indica cuanto de agua agregar.

4. Azufre

¿Azufre? Sí, azufre.

Resulta que el azufre, además de ser uno de los nutrientes para plantas más importantes (y desgraciadamente olvidados), también sirve para como tratamiento del oídio.

5. Bicarbonato

Este es otro gran aliado, dado sus altas propiedades antifúngicas. Para este remedio debes mezclar el bicarbonato con aceite de oliva o aceite vegetal.

Aparte, también tendrás que añadir un poco de agua.

¿En qué medida se debe mezclar?

Es simple: un litro de agua por dos cucharadas de aceite y tres de bicarbonato.

¡Y listo, a llevar al pulverizador!

¿Cómo eliminar el oídio con jabón potásico?

Si quieres usar algo más sofisticado, puedes acudir al jabón potásico.

De hecho, apuesto a que si te gusta el mundillo de la jardinería o de la horticultura, ya te sonaría este término, al igual que el aceite o extracto de neem. Ambos son insecticidas naturales que también tienen potencial para eliminar hongos, como el mildiu o el oídio.

Este jabón (como todos los jabones) se elabora a base de lípidos – es decir, de grasas.

Y se le agrega hidróxido de potasio y agua.

De ahí que se llame «jabón potásico». Así se obtiene algo similar a lo que sería un detergente líquido.

Hidróxido de potasio para fabricar jabón potásico y eliminar oídio
El hidróxido de potasio (KOH) es un ingrediente fundamental en la fabricación de jabón potásico. En esta imagen puedes ver el aspecto que tienen las escamas de este.

Pero el jabón potásico es mucho menos agresivo que un detergente estándar.

Por eso lo puedes mezclar con un poco de agua y usarlo con un pulverizador para rociarlo sobre tus plantas.

Además de ser útil para desparasitar a tus plantas, te comento que el otro gran beneficio del jabón potásico es que se degrada y ofrece ciertas cantidades de potasio a estas.

Interesante, ¿verdad?

No es un beneficio a subestimar, porque el potasio es muy importante para el desarrollo las plantas.

¿Y lo mejor de todo?

El jabón potásico no tiene ningún efecto negativo sobre los tejidos de las hojas o los tallos.

¿Cuándo utilizar jabón potásico contra el oídio?

Algo importante a considerar es que los mejores momentos para aprovechar este jabón es durante el amanecer o el atardecer. Así, las plantas aprovecharán más el efecto de los componentes de este jabón. Además, es muy oportuno no rociarlo cuando haya mucho viento o evidentes signos de lluvia.

Se estima que la concentración de hidróxido de potasio ideal es del 1 al 2%. El hidróxido de potasio por sí solo es un corrosivo muy fuerte.

Pero si se mezcla con niveles adecuados de agua, su efecto es más bien «amable» con tus plantas.

Así que en definitiva, este puede ser una de las opciones más sanas para eliminar el oídio de tus plantas, en vez de usar otros fungicidas químicos más potentes.

Por supuesto, más allá del tratamiento, la prevención del oídio es de suma importancia.

Mejor prevenir que curar: ¿Cómo evitar el oídio?

Los hongos causantes del oídio necesitan humedad para desarrollarse y expandirse. Esta humedad que requiere el oídio puede surgir simplemente de las gotas que quedan sobre las hojas después del riego.

Por esta razón, para prevenir el oídio, sigue estos consejos:

  1. Evita regar directamente las hojas y tallos de las plantas.
  2. Es mejor tan solo regar el suelo, directamente en el sustrato.
  3. Los sistemas de riego por aspersión son pues lógicamente otro factor que aumenta las probabilidades de que tus plantas sufran oídio, ya que mojan a toda la planta por igual.
  4. Por tanto, deberías considerar usar sistemas de riego por goteo, que solo mojan el suelo.
  5. También es aconsejable tener buena ventilación, y para eso hace falta dejar una distancia mínima entre frutales (u otras plantas) más bien grande.
  6. Asegura que tu suelo tenga un buen drenaje, para que no queden encharcamientos. Este es un problema frecuente en los pesados suelos arcillosos, aunque pueden corregirse mezclándolos con otros sustratos que mejoran su textura.
  7. No olvides eliminar todo rastro de hojas caídas en torno a la planta si sospechas que estas sufren la enfermedad.

¿Y si estas en temporada lluviosa y por tanto hay mucha humedad?

Pues ahí poco puedes hacer, al menos desde el punto de vista de la humedad.

Es lo que hay.

El oídio polvoriento es un hongo que enferma cultivos, frutales y flores
El oídio tiene un aspecto polvoriento, aunque a veces parece más bien gotas de leche (como en el calabacín), telas de araña (frecuente en plantas de cereales) o escarcha (en el oídio de la vid).

Sea como sea, otro factor que propicia el desarrollo de oídio son las temperaturas templadas de entre 10 y 20 grados Celsius. De ahí que el oídio suela brotar en primavera.

Aquí hay algo muy curioso:

Se ha descubierto que cuando la planta se encuentra en un territorio cuyo abono tiene un alto nivel de nitrógeno, entonces hay más probabilidad de que el hongo del oídio se establezca ahí.

Así que ojo con abonar con excesivo nitrógeno para plantas.

De normal este nutrientes es muy bueno pero no hay que pasarse.

Por consiguiente, ten también cuidado con los fertilizantes NPK, los cuales incluyen nitrógeno como parte de su fórmula (de ahí la letra N). Algunos ejemplos son los típicos gránulos del abono azul o el abono triple 15.

¿Qué es el oídio exactamente?

El oídio es una enfermedad fúngica que contamina frecuentemente las hojas de las plantas. Su aspecto es similar al de la nieve o escarcha. Se trata de una enfermedad que se va expandiendo a medida que el hongo se expande por la planta.

Su aspecto es de lo más curioso.

Parece que hubiera llegado la Navidad de tanto que recuerda a la nieve.

De hecho, al oídio también se le conoce como cenicilla o como blanquillo.

¿Quieres conocer más sobre lo que implica esta enfermedad?

Pues allá vamos.  

El comportamiento del oídio

El oídio no afecta solamente a las hojas de las plantas, porque los tallos también pueden verse afectados.

El tipo de hongo varía de acuerdo al tipo de planta, en tanto no es el mismo el que afecta a un rosal que a un calabacín.

Pero en términos generales, se habla de hongos ectoparásitos.

Además, el oídio puede enfermar a tus plantas a la vez que otras plagas, como por ejemplo a la vez que los trips en esta imagen:

Enfermedad fúngica e insectos en un tallo vegetal
Los insectos amarillos son trips. La masa blanca con aspecto de telas de araña es oídio. Como te decía, este no siempre tiene aspecto de hongo polvoriento.

Si también tienes problemas con los trips y te interesa saber cómo deshacerte de ellos, asegúrate de mirar mi guía sobre cómo eliminar trips.

Esa es la forma de desarrollo que tienen estos tipos de hongos, a diferencia de los hongos causantes de antracnosis que se manifiestan con manchas marrones o negras sobre las hojas de las plantas.

Te dejo aquí un ejemplo de antracnosis, para que veas su clara diferencia con respecto al oídio:

Manchas marrones por hongos
Manchitas marrones causadas por una enfermedad fúngica diferente al oídio. La antracnosis también puede atacar a frutos de hortalizas, como el tomate, pimiento y demás.

Y ahora qué ya sabes cómo tratar e identificar oídio, te diré un par de cositas interesantes sobre cuándo prospera este hongo y qué plantas son las más afectadas.

Cuidado con las épocas lluviosas

Esta es la situación:

Llega la deliciosa época de la primavera y los hongos encuentran muy «atractivas» a las plantas para crecer y reproducirse en ellas.

Recuerda que los hongos les gusta la humedad.

El oídio no es excepción.

¡Oh que delicia! Qué tiempos tan fantásticos, opinan los hongos. Y entonces deciden aventurarse a conquistar esas hojas verdes y esos tallos llenos de vitalidad.

Por eso, el oídio se suele extender hasta la época de verano.

A veces, algunos hongos resisten en el tiempo y se establecen en la época del otoño. Cuando llega el invierno, la cosa cambia mucho, porque se avecinan hongos más territoriales y más ofensivos.

Características del oídio y plantas comúnmente afectadas

Las principales características del oídio son las siguientes:

  1. El hongo logra dispersarse gracias al efecto del viento.
  2. Su cobertura sobre los campos puede ser muy amplia.
  3. A medida que se apodera del tallo, el oídio decide extenderse por las ramas.
  4. Puede extenderse hasta conquistar los frutos, impidiendo su desarrollo.
  5. Siempre se caracteriza por tener una apariencia de color ceniza.
  6. Pero el gran horror de esta enfermedad es reducir la capacidad fotosintética de la planta.

Todo su proceso fotosintético, que es el que le permite prosperar a tus plantas, se estanca.

Actualmente, se sabe que el oídio afecta principalmente a estos tipos de plantas:

  • Plantas ornamentales: Efectivamente hay muchas plantas ornamentales que pueden verse afectadas por el oídio, incluyendo típicos arbustos de jardín con flores, como por ejemplo el rosal. También puede afectar a claveles, crisantemos y otras flores. Por cierto, por si te interesa, aquí te dejo mi guía de cuidados del crisantemo.
  • Plantas frutales: Como los manzanos y frutales de hueso, como el albaricoquero o ciruelo. También afectarán a hortalizas, como el tomate, que lamentablemente es una de las víctimas más frecuentes del oídio.
  • Plantas cucurbitáceas: Por naturaleza son trepadoras, incluso por los árboles. Algunos ejemplos populares son el calabacín y la calabaza.

Y por cierto…

El oídio es también una enfermedad muy común en viñas, destruyendo las vides como si nada.

¡Sí, que terror, el valioso vino!

El oídio visto desde el punto de vista de distintas plantas

Ahora serás testigo de algunos ejemplos de cómo se manifiesta el oídio en 3 tipos de plantas:

1. Tomate

El hongo que se hace cargo de generar el oídio en el tomate es conocido científicamente como Erysiphales. Generalmente ataca a plantaciones donde la temperatura está entre 20 a 25° grados Celsius.

Y con una humedad relativa entre 50 al 70%.

El resultado es que las hojas adquieren manchas pequeñas blancas, que posteriormente harán que la hoja tenga una coloración amarilla.

Tomatera infectada con oídio por alta humedad
Hoja de tomatera afectada.

¡Otra advertencia!

El daño se extiende desde las hojas más antiguas hasta las más jóvenes.

En los peores casos, las hojas de la tomatera se caen y el hongo llega hasta el fruto del tomate, creando daños en su superficie.

2. Rosal

Si descubres que tu rosal posee unas diminutas ampollas, entonces estás frente a un caso de oídio.

Después de esas pequeñas ampollas, se presentarán unas manchas bastante blancas y de estilo polvoriento. Generalmente, ataca a los tejidos más jóvenes, en vez de los más antiguos.

Rosales con oídio en un jardín
Rosal enfermo con hongos que se han extendido por todos sus pétalos.

Debes fijarte mucho en los capullos de las flores para analizar si hay algún indicio de este mal.

Una vez que el hongo ha cobrado fuerza, las hojas mismas del rosal se deforman, lo que se ve reflejado en una mala fotosíntesis.

En consecuencia, ¡los capullos no se abrirán!

3. Calabacín

Como ya te he comentado, al oídio le encanta cebarse con las plantas cucurbitáceas.

El calabacín es de las víctimas más frecuentes de esta enfermedad por hongos. Puedes perder cosechas enteras, porque este hongo se expande a una GRAN velocidad.

Aplicando químicos contra hongos a hoja de calabacín, planta curcubitácea
Gran hoja de calabacín contaminada con hongos.

Primero se presentan unas manchas pequeñas, como si fuesen gotas de leche.

Luego esas manchas van expandiéndose, adquiriendo una forma similar a la seda de las telarañas.

Al final, el hongo llega hasta los frutos y lo contamina, impidiendo su desarrollo.

En estos casos, las personas que cosechan calabacín, suelen revisar con frecuencia las hojas de las plantas para detectar la enfermedad lo antes posible.

Un consejito útil que te doy es que aprendas a entutorar tus plantas de calabacín, porque así las hojas de estas estarán más lejos del suelo y por tanto tendrán menos humedad. El resultado es un riesgo reducido de enfermedades por hongos ectoparásitos como el oídio.

Creo que tenemos que admitir la realidad:

Las plagas y enfermedades son todo un problema en cualquier huerta o jardín.

Pero no son NI DE CERCA el único problema del que deberías preocuparte (si es que quieres tener a tus plantas bien cuidadas).

Para aprender todavía más, descarga gratis mi ebook 10 Errores a evitar en tu huerto o jardín.

¡Te aseguro que te será super útil!

Un abrazo enorme y hasta la próxima,

-Mario Angulo

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