Esta es una duda muy común.
¿Y sabes qué?
Haces bien en buscarla.
Demasiadas personas son las que confunden sustrato con mantillo.
Realmente son cosas MUY diferentes, así que me alegro de que estés aquí para aclarar tu duda.
En esta guía rápida de Gracias Naturaleza te cuento sus diferencias, para qué sirven, cómo elegir el mejor y más. ¡Vamos a ello!
¿Cuál es la diferencia entre sustrato y mantillo?
La diferencia entre sustrato y mantillo es que el primero es el material que se utiliza para plantar las plantas, mientras que el segundo es el material que se utiliza para proteger y parcialmente abonar dichas plantas.
Es decir, el sustrato es la tierra o material en la que se siembran las semillas o se trasplantan las plántulas propias de un huerto o jardín.
Por tanto, es en el sustrato donde se desarrollarán las raíces de las plantas.
Por otro lado, el mantillo consiste en una capa gruesa de materia orgánica que se aplica sobre la tierra o sustrato en la que crecen las plantas, para protegerlas.
Mantillo es sinónimo de acolchado. Así que no te líes.
El mantillo es importante porque cumple estas funciones esenciales:
- Retiene humedad en el suelo, con lo que hace falta regar menos.
- Protege las raíces del frío y también del calor.
- Frena la erosión y desertificación del suelo en zonas secas.
- Elimina las malas hierbas sin necesidad de químicos (puesto que las priva de sol).
- Abona el sustrato subyacente conforme se descompone el mantillo.
Ojito porque NO todos mantillos son «buenos» y «valen igual».
Más adelante en esta guía te cuento cómo elegir el mejor mantillo.
Y ahora que ya entiendes lo que significa sustrato y mantillo, verás como uno no es mejor que otro, porque son dos cosas totalmente diferentes y por tanto es como comparar peras con naranjas.
¿De qué se compone el mantillo?
De momento, me conformo con que entiendas este concepto…
El mantillo ha de estar compuesto de materia orgánica, con lo que se suelen utilizar hojas secas, trozos de maderita, de piñas, etc.
En ocasiones hay hortalizas que tienen las hojas tan grandes (como las calabazas) que estas protegen el suelo de manera similar a como lo haría el mantillo.
En estos casos no hace falta utilizar una capa extra de mantillo sobre tu sustrato.
Este es el caso de la famosa asociación precolombina.
¿No sabes lo que es?
Pues te recomiendo echar un ojo a esta guía donde lo explico todo: Asociación precolombina en el cultivo.
Por otro lado, he visto a algunas personas confundir el mantillo con el sustrato universal… y estos son dos conceptos que tampoco tienen nada que ver.
¿Qué es el sustrato universal exactamente?
El sustrato universal es aquel empleado para plantar todo tipo de plantas, tanto de interior como de exterior. Como regla general, los sustratos universales son una mezcla de componentes como fibra de coco, turba negra y rubia, perlita, vermiculita y ciertos abonos.
Naturalmente, el porcentaje de cada uno de estos componentes puede cambiar entre una fórmula de sustrato universal y otra.
Por ejemplo, en algunos casos los sustratos universales utilizan abonos orgánicos, mientras que en otros son químicos.
Sea como sea, todo aquel sustrato que se precie ha de cumplir una serie de funciones:
- Retener la humedad en el suelo.
- Nutrir a las raíces de las plantas con sus minerales.
- Facilitar el drenaje del exceso de agua.
- Permitir el correcto anclaje de las plantas.
Para conseguir estas funciones, los sustratos suelen ser un tanto esponjosos, y así logran buena aireación.
También llevan incorporados gran cantidad de minerales – nutrientes esenciales para el desarrollo vegetal, tanto en macetas, como para el césped.
Los sustratos más arenosos drenarán mejor el agua, mientras que los más arcillosos retendrán agua.
Funciones similares entre el sustrato y el mantillo
Nótese que puedes mezclar el sustrato universal con otros sustratos para lograr las características que tu desees.
Y fíjate que en parte estas funciones son parecidas a las del mantillo.
Esto es porque, en realidad, tanto el mantillo y el sustrato comparten ciertos objetivos… como conservar la humedad en la tierra a la par que evitar encharcamientos. Los encharcamientos facilitan la colonización e infección por hongos en las raíces y hojas de las plantas.
De hecho, existen multitud de enfermedades por hongos como el mildiu o el oídio que pueden afectar a tu jardín o huerto.
También hay otras enfermedades fúngicas, como la gomosis en las frutales, que aparte del exceso de humedad se ven favorecidas por errores en tu técnica de poda.
Todo esto hace que te preguntes:
¿Cuál es el mejor mantillo o sustrato para mí?
Pues bien, en la siguiente sección te respondo a esta duda tan común.
Mejor mantillo o sustrato para tu jardín o huerto
El mejor mantillo es aquel que sea ecológico, tratado debidamente y por supuesto sin malos olores. Puedes producir tu propio mantillo si consigues materia orgánica seca.
Por otro lado, el mejor sustrato dependerá del tipo de planta que quieras cultivar.
Esto se debe a que existen sustratos especializados para diferentes tipos de plantas.
No es lo mismo un frutal, que una planta suculenta, que un bonsái, etc.
Además, hay plantas que encajan particularmente bien (o mal) con suelos ácidos o alcalinos, y eso también va bien tenerlo en cuenta a la hora de elegir el mejor sustrato.
De hecho, hay plantas como la alfalfa que no les va bien el pH bajo (ácido), con lo que suele llevarse a cabo una enmienda caliza a fin de alcalinizar el pH del sustrato y hacerlo más habitable para esta leguminosa.
Es tan solo un ejemplo, pues podría poner muchos otros.
Así que en conclusión, el mejor sustrato es el que está diseñado para atender a las necesidades específicas de tus plantas. Es por esto que antes de comprar o producir un sustrato de calidad, resulta buena idea informarse acerca de los cuidados y tipo de suelo que te irá mejor.
No confundas mantillo con compost, ni con humus de lombriz
Un último apunte:
El mantillo NO es lo mismo que el compost.
¡Para nada!
Es verdad que ambos tienen funciones similares, como aportar nutrientes al sustrato, pero sus diferencias son amplias.
El compost es un fertilizante natural conseguido tras un proceso de oxidación biológica de materia orgánica reutilizada, como pieles de zanahoria, restos de vegetales y cáscaras de huevo. Si en el proceso ayudan las lombrices, se le conoce como humus de lombriz, aunque también se puede hacer compostaje sin lombrices.
El compostaje (proceso por el que se produce compost) es todo un mundo y aquí no voy a entrar en detalle.
Pero que sepas que tienes a tu disposición toda una categoría de artículos sobre compostaje en este blog que estás leyendo, Gracias Naturaleza. 🙂
También te recomiendo leer mi guía completa sobre cómo preparar un terreno. Desde luego es bastante útil sobre todo si estás empezando.
Esto es lo que quiero que hagas:
Mira, si has llegado al final de este artículo, es que DE VERDAD tienes un gran interés en aprender sobre tipos de suelo, sustrato o tierra.
Es un tema apasionante, pero la realidad es que hay muchos más factores clave a tener en cuenta si quieres que tus plantas sobrevivan y prosperen como ellas se merecen.
Por eso, aquí te dejo un enlace para descargar gratis mi ebook, 10 Errores a evitar en tu huerto o jardín.
Échale un ojo, ¡no te arrepentirás!
Un abrazo enorme y hasta la próxima,
-Mario Angulo
Hola, me llamo Mario y soy un entusiasta de la jardinería y horticultura. También me encantan los animales y el aire libre. Como creador de Gracias Naturaleza, te ayudo a tomarte un descanso del mundo moderno, para vivir una vida más natural y en definitiva más feliz.
durante mi desempeño en la comision para politica agroalimentaria conoci un campo en el sur de Suiza que no se regaba desde hacia 5 años, solo gracias a haber sido cubierto el espacio alrrededor de las plantas con «mulch» = «mantillo», lo que inhibe admirablemente la evotranspiracion del suelo. Cuando tengo que explicarlo en castellano tu informacion me viene aqui como anillo al dedo…
Muchas gracias Axel, es un honor poder colaborar y ayudarte en tu labor.