No se puede negar:
Preparar bien tu terreno es fundamental.
De hecho, ahí está la clave para el éxito o fracaso de tus plantas.
Y esto es igual tanto en el caso de hortalizas como en el caso de árboles, flores, plantas ornamentales y muchas otras.
Vamos, que no importa qué tipo de siembra sea.
En todos los casos, preparar bien tu terreno es crucial, y en esta guía de Gracias Naturaleza te cuento cómo hacerlo.
Antes de preparar el terreno, haz esto
El primer paso que debes tomar es identificar el tipo de suelo que tienes. Nada tiene que ver un suelo ácido con un suelo calizo o uno limoso, por ejemplo.
Hay plantas que prefieren suelos más ácidos y otras los prefieren más alcalinos o neutrales.
Así que tendrás que conocer qué tipo de suelo tienes, y qué tipo de suelo QUIERES tener, según las características de las plantas que quieres cultivar.
Dicho esto, existen 2 situaciones clave que determinan cómo has de preparar tu terreno:
¿Vas a sembrar en el suelo o en macetas?
Otra decisión clave que tienes que tomar es si vas a sembrar en la tierra o en una maceta. O en una mezcla de las dos.
Parece una tontería, pero no lo es.
- Si vas a sembrar en la tierra, la planta es un poco más independiente en el sentido de que el espacio no es limitado y sus raíces pueden crecer más… lo que hará que la planta también crezca más.
- Si vas a sembrar en una maceta, vas a tener que considerar otros factores como la profundidad de la maceta. Si te quedas corto, tus plantas podrían sufrir de espiralización radicular. Mal asunto.
Sea como sea, la preparación de la tierra es clave en ambas situaciones.
Porque de ahí tu planta obtendrá los nutrientes, como el calcio, el magnesio y el hierro.
Sin estos, no tendrá un buen desarrollo, y presentará síntomas de deficiencia como clorosis, fructificación escasa o un crecimiento deficiente.
Y si lo haces bien, hasta podrás cultivar tomates en una terraza urbana:
Pero no te preocupes en exceso porque te doy toda la info que necesitas saber.
Divido este artículo en dos secciones, según tu quieras preparar el terreno de un huerto o bien el de macetas para tener plantas ornamentales o de interior.
Situación 1 – Preparar terreno para huerto
Esta es la situación…
Es esencial que le dediques bastante tiempo a la preparación de la tierra, específicamente si quieres tener tu huerto casero o urbano bien cuidado.
Esto va a ser fundamental porque determina si las hortalizas como el tomate te darán muchos fruto o no.
Por supuesto, existen otros cuidados importantes, como por ejemplo el entutorado del tomate, o el entutorado y poda del calabacín, pero nada de esto tiene sentido si tu suelo no está bien preparado de ante mano.
Estos son los pasos generales a seguir:
1. Limpiar el terreno
Sí, limpiar la tierra es uno de los primeros pasos para que esté lista para cuando vayas a sembrar.
Eliminar las hierbas malas que haya, el término es comúnmente referido como eliminar la maleza. Por supuesto, esto no tiene nada que ver con los métodos para limpiar césped.
Básicamente es lo que se conoce como escardar:
Por supuesto, para quitar las malas hierbas puedes utilizar herramientas como un hoz o una tajamata. La segunda se utiliza para quitar las malas hierbas más grandes y resistentes.
Puedes encontrar muchas cosas en el suelo que no son necesarias y pueden perjudicar el crecimiento de tu planta.
De hecho:
Además de maleza puedes retirar, piedras, desperdicios, hierbas secas, etc.
En fin, cualquier objeto que no sea tierra. No tires la materia orgánica seca, puesto que te puede servir para aportar carbono al suelo o para hacer compost.
2. Airear el terreno
¿Qué significa exactamente «airear» y para qué se hace esto?
Pues mira, resulta que al igual que tú y yo, las plantas necesitan aire y espacio para que sus raíces crezcan.
Si la tierra esta compactada esto se le hará imposible y no van a crecer lo suficiente. Esto provoca que eventualmente se estanquen. Por esta razón, es VITAL asegurar que tu terreno no esté compactado.
Puedes airear tu terreno con:
- Una horca convencional, para airear y remover la tierra.
- Una horca «ecológica», que en vez de tener un mango en medio, tiene dos mangos, uno en cada extremo. Esta horca sirve para clavarla en el suelo y no removerla, generando agujeros que airearán el suelo. Hay quien prefiere este método porque así no se cambian los «horizontes del suelo».
La tierra suelta tiene un aspecto precioso como este:
Aunque no siempre tiene que estar arada la tierra en caballones (como en la imagen superior).
De hecho, también estará bien si quieres dejar tu terreno plano… todo depende de cómo quieras sembrar tus plantas. Para nivelar un terreno con facilidad, puedes utilizar un rastrillo.
Por si fuera poco, la tierra compactada no permite el drenaje correcto de agua.
Si llueve demasiado o le echas demasiada agua, la tierra va a acumular el agua y puede causar que las plantas se pudran.
Algunos datos importantes:
- Los suelos arcillosos se compactan con mucha facilidad.
- También es más probable que tu terreno se compacte cuanto más lo pises.
- Las raíces sirven para buscar el agua y los nutrientes que necesitan para fomentar el crecimiento de la planta, pero un exceso de riego también puede ser contraproducente y causar asfixia radicular.
- Además, los microorganismos que habitan en el suelo necesitan aire para llevar a cabo el intercambio de gases.
Existen muchísimos métodos, desde labrar o arar la tierra como se ha hecho de toda la vida, hasta utilizar maquinaria un poco más compleja, como en el caso del típico arado subsolador que se hace antes de sembrar alfalfa.
Además, cada vez existen más prácticas agrarias como la permacultura, que abogan que no es necesario arar la tierra… o que tan solo hace falta si el suelo está muy compactado o tiene una costra endurecida debido a las lluvias abundantes.
3. Humedecer ligeramente la tierra
Mientras estés preparando el terreno puedes echarle agua varias veces para que se haga más fácil el manejo de la tierra y con lo tanto todo tu trabajo.
Pero ojo, tampoco te pases:
Nótese además que cuanto más calor y cuantas menos precipitaciones haya en tu área, mayores serán las probabilidades de que tu suelo esté erosionado o incluso desertificado.
Este es un problema que puedes mejorar también con el siguiente paso:
4. Abonar según tus necesidades
Hay varios tipos de abono que puedes conseguir para el terreno, previo a la siembra.
Puedes usar compost, abono orgánico, o abono mineral.
Por supuesto, también puedes usar estiércol:
También puedes animarte y probar a utilizar estiércoles de cabra o de oveja. Son increíblemente nutritivos, y personalmente creo que es mucho mejor optar por algo natural que por fertilizantes NPK químicos.
El tipo de abono que uses va a depender de tus gustos, lo que tengas accesible en las tiendas cerca de ti, o en lo que ya tengas en tu jardín.
Incluso puedes hacer multitud de abonos casero, como el triturado de cáscaras de huevo, que es muy rico en calcio…
La moraleja de esto es que va muy bien comenzar a nutrir el terreno ANTES de la siembra.
- Este paso es bueno para ayudar a nutrir el suelo, sobre todo si es que este ha perdido fertilidad o nutrientes clave a lo largo del tiempo.
- Cuando consigas tu abono y lo añadas por el terreno, mezcla el abono o la composta varias veces con la tierra para que los nutrientes puedan regarse de manera homogénea.
Llegados a este punto, te preguntaré:
¿Cómo vas?
¿Ya has seguido todos los pasos?
Pues enhorabuena. Tu terreno está listo para que siembres y comiences tu huerto con toda la ilusión del mundo. Te deseo muy buena cosecha. 🙂
Por otro lado…
Si tu interés no está en tener un huerto y tan solo quieres un jardín con flores o plantas ornamentales, aquí abajo te explico cómo preparar el suelo en tu jardín (e incluso para dentro de tu casa).
Situación 2 – Preparar terreno para plantas ornamentales o dentro de tu casa
Preparar el terreno no importa solo en los huertos, porque para sembrar tus plantas ornamentales y hermosas flores también es necesario preparar bien la tierra.
Es decir, nada de chapuzas.
La mejor época para sembrar la mayoría de plantas es la primavera, pero eso no significa que no puedas sembrar en otras temporadas.
Ahora bien:
Si no tienes un jardín o un balcón, no hay nada que te impida sembrar una grandísima variedad de plantas e incluso fragantes hierbas aromáticas. Lo ideal suele ser colocar tus plantas cerca de la ventana y con bastante luz, aunque hay otras que prosperan en la sombra, como la Chamaedorea elegans.
Con una simple búsqueda en Gracias Naturaleza de «plantas de interior», encontrarás muchísimas opciones.
Abonado para preparar la tierra en casa
Por otra parte, la tierra es el entorno donde crece tu planta y es necesario que le des cariño. El objetivo es que tengas una tierra fértil para facilitar el crecimiento y que florezcan rápido tus plantas.
- Puedes añadirle compost a la tierra, así te aseguras que tenga los nutrientes necesarios.
- En adición al compost, puedes añadir arena para mejorar la capacidad del drenaje de la maceta.
- Si quieres trabajar con bonsáis, te recomiendo usar pómice…
- Y si necesitas más potasio para tus plantas, puedes utilizar pieles de plátano para hacer infusiones nutritivas.
Por supuesto, más allá del abonado, también tienes que tener en mente trasplantar tus plantas si la maceta en la que están ubicadas se les queda pequeña, como en el caso de este tipo de ficus:
Como ves, tienes muchas opciones.
Todo depende de la planta que quieras cuidar.
En cuanto a los pasos para preparar la tierra en el caso de las plantas de interior, te recomiendo seguir exactamente los mismos pasos que para tu huerto: 1) limpiar, 2) airear, 3) humedecer y 4) abonar.
Siempre viene bien mantener este guion en mente.
Consejo extra: Poner piedras en el fondo de la maceta
Lo que puedes hacer para preparar mejor tus plantas de maceta es ponerle una capa de piedras en el fondo. Eso ayuda el drenaje del agua, evitando la acumulación de agua en el fondo de la maceta, lo que hace que la planta se pudra con exceso de agua.
Cada 2 semanas puedes echarle un abono genérico para asegurarte que esté nutrida debidamente.
Siempre recuerda observar las hojas para asegurarte que no tenga ninguna plaga o enfermedad.
Sembrar directamente en el terreno vs en una maceta
Las plantas en maceta van a necesitar fertilizante y abono más frecuente porque el acceso a nutrientes es muy limitado. Del mismo modo, las macetas requieren más riego… y más aún si se tratan de macetas cerámicas.
Oye, soy consciente de que no todo el mundo tiene un gran terreno en donde puedes sembrar y vengo a decirte que no importa si el espacio que tienes en grande o pequeño. Lo más importante es tu intención y motivación.
Las hortalizas, por ejemplo, se pueden sembrar en jardineras o macetas.
Siempre y cuando tengas en consideración cuando vayas a escoger el contenedor de siembra la profundidad del mismo.
La profundidad es vital porque es lo que determina cuanto van a poder crecer las plantas y, por consiguiente, los frutos. De nada sirve preparar bien la tierra sin tener esto en consideración.
Si la maceta no tiene mucha profundidad eso va a tener un efecto directo en cuanto crecerá la planta y la va a limitar.
Esto no es lo que queremos, queremos plantas que crezcan mucho y que sean capaces de dar frutos grandes y en abundancia.
Otra opción es utilizar bancales…
Los bancales son una moda que ha llegado para quedarse
La razón es que existen numerosas ventajas de los bancales que simplemente no pueden alcanzarse cultivando directamente en el suelo.
Un último consejo que te doy:
En el caso de los bancales (y realmente también en el caso del huerto), puedes utilizar acolchado o mulching, que es materia orgánica seca como trozitos de paja, para cubrir el suelo.
Así aumentas la humedad, porque la evaporación se ve disminuída.
Es una buena manera de ahorrar agua y disminuir el crecimiento de las malas hierbas dado que estas no reciben tanta luz del sol.
Un caso especial – Preparar terreno para césped
En último caso es que no vayas a tener ni huerto ni jardín y solo quieras un estilo más minimalista, aquí van las sugerencias para preparar el terreno para césped:
- Puedes seguir los pasos básicos ya discutidos, el objetivo es que tengas un césped saludable y nutrido.
- Aparte de eso, un detalle importante para este asunto es la nivelación del terreno. Aquí te dejo una guía escrita por mí en la que te explico los pasos para nivelar un terreno manualmente o con máquinas.
- Existen muchísimos tipos de césped, pero su mantenimiento es relativamente parecido teniendo en cuenta que los cuidados que requieren son los mismos: riego, siega, fertilización, escarificación y aireado. En ocasiones una resiembra de césped también va que ni pintado si tienes zonas calvas en tu jardín.
Conclusiones y resumen sobre cómo preparar la tierra paso a paso
En resumen, los pasos para preparar un terreno son la limpieza, aireación, riego y abonado. Adicionalmente, tienes que tener en cuenta la profundidad de las macetas que uses, y las necesidades extra de fertilización y riego en estas. Por último, preparar un terreno para césped es una situación bastante particular, y en estos casos se recomienda nivelar bien el suelo antes de empezar.
Te recalco que si quieres sembrar hortalizas la mejor época del año suele ser cuando comienza la primavera ya que comienza a subir la temperatura, pero evidentemente esto depende de la planta.
Si quieres ver algo un poco más práctico, no dudes en mirar mi calendario de siembra.
Esto es lo que quiero que hagas:
Mira, si has llegado al final de este artículo, es que DE VERDAD tienes un gran interés en aprender sobre tipos de suelo, sustrato o tierra.
Es un tema apasionante, pero la realidad es que hay muchos más factores clave a tener en cuenta si quieres que tus plantas sobrevivan y prosperen como ellas se merecen.
Por eso, aquí te dejo un enlace para descargar gratis mi ebook, 10 Errores a evitar en tu huerto o jardín.
Échale un ojo, ¡no te arrepentirás!
Un abrazo enorme y hasta la próxima,
-Mario Angulo
Hola, me llamo Mario y soy un entusiasta de la jardinería y horticultura. También me encantan los animales y el aire libre. Como creador de Gracias Naturaleza, te ayudo a tomarte un descanso del mundo moderno, para vivir una vida más natural y en definitiva más feliz.