Sembrar alfalfa es muy fácil.
Y es algo bastante productivo.
No es difícil sacar buen rendimiento al cultivo de alfalfa.
También es una planta que puedes sembrar en tu casa o huerto personal, e incluso plantar alfalfa en maceta. 🙂
La alfalfa es una planta herbácea leguminosa de la familia de las Fabaceae. Presenta muchos tallos delgados pero firmes y hojas trifoliadas. Una gran ventaja de la alfalfa es la siguiente:
¡Puede vivir hasta 10 años!
Normalmente los agricultores rotan su cultivo en plazos de 3 a 5 años.
Tiene grandes propiedades, y además mejora la salud del suelo.
En esta guía de Gracias Naturaleza te cuento todo lo que necesitas saber para sembrar alfalfa correctamente, paso a paso.
¿Cuándo sembrar alfalfa (época de siembra)?
Puedes sembrar la alfalfa en dos temporadas diferentes:
- A principios de primavera después de las heladas invernales.
- A principios o mediados de otoño.
Atención si vives en clima frío…
He escrito todo un artículo analizando en detalle si merece la pena sembrar alfalfa en invierno; te recomiendo echarle un vistazo si tienes la duda en mente.
Si piensas sembrar en otoño, debes tener en cuenta que la planta debe tener las hojas antes de que lleguen las primeras heladas para favorecer la supervivencia de la alfalfa (y aún así no está garantizada).
Por lo que debes sembrar con la anticipación suficiente para que se desarrolle la planta, y en este caso es más aconsejable sembrar en primavera.
Advertencia: tipo de suelo e insolación necesaria para plantar o cultivar alfalfa
A ver, hay algo que tienes que tener en cuenta.
Al fin y al cabo sería una pena que intentases plantar alfalfa (para uso personal o incluso para grandes explotaciones) y esta no prosperase. Por eso voy a hacerte un resumen del suelo y luz que necesita esta planta leguminosa.
¡Son datos importantes a conocer antes de proceder a la siembra!

La alfalfa necesita un lugar con luz directa. Por lo menos de 6 a 8 horas diarias de luz solar.
Además, a la hora de plantar alfalfa es indiferente el tipo de suelo, pero este cultivo es muy sensible a la salinidad.
Por otro lado, la alfalfa necesita que el sustrato sea rico en calcio, por lo que deberás proporcionárselo antes de la siembra. Este es un concepto importante en el que hago énfasis a lo largo de esta guía.
Tiene que tener buen drenaje ya que los encharcamientos provocan que se pudran las raíces con facilidad.
El suelo debe tener una profundidad minina de 60 cm puesto que sus raíces necesitan un gran desarrollo. Lo recomendable es que haya un metro de profundidad o más.
¿Cómo sembrar alfalfa paso a paso sin equivocarte?
A continuación encontrarás los pasos a seguir para plantar alfalfa correctamente:
- Limpia el terreno de malas hierbas, arrancándolas desde la raíz para que no vuelvan a crecer.
- Remueve el subsuelo con un arado topo o subsolador para favorecer el drenaje.
- Enriquece el suelo con una enmienda caliza aplicada a voleo.
- Fertiliza utilizando un abono rico en fósforo y potasio.
- Humedece el terreno antes de realizar la siembra.
- Realiza la siembra de las semillas a voleo de manera uniforme por todo el terreno. Una o dos cucharadas por metro cuadrado.
- Si realizas la siembra en surcos, deja 12 cm de separación entre líneas y de 8 a 12 entre semillas.
- Cubre ligeramente las semillas con tierra.
- Riega ligeramente para que las semillas no se muevan.
- Pon un mantillo ligero para mantener la humedad y la temperatura. Recomiendo mantillo de aserrín seco.
Como ves los pasos no son difíciles, porque no hay nada particularmente inusual en esta lista.

Quizá el concepto de la enmienda caliza no te resulte familiar, pero es algo que viene bien conocer a la hora de cultivar plantas a las que les vaya mal el suelo ácido (como es el caso de la alfalfa).
Un punto positivo de plantar alfalfa es que las semillas germinarán en torno a los 7 días.
Está bien para los más impacientes como yo.
Pero cuidado porque si no preparas bien la tierra, es posible que tus semillas no puedan germinar. Atención a la siguiente sección.
EXTRA: ¡más guías sobre plantas leguminosas!
Preparación de la tierra antes de la siembra
Antes de sembrar alfalfa, es muy conveniente que realices un subsolado con un arado topo. Así se removerá la capa profunda del suelo sin voltearla ni mezclarla. Conseguirás mejorar la capacidad de drenaje y un suelo más ligero para que las profundas raíces de la alfalfa penetren con mayor facilidad.
Por otra parte e independientemente del tema del subsolado, para nivelar la tierra y evitar encharcamientos por el riego o la lluvia puedes realizar dos o tres gradeos.

La aplicación de una enmienda caliza (encalado) disminuirá la acidez del suelo y ayudará a reducir la absorción de aluminio y manganeso, muy perjudiciales para esta planta.
La asimilación del nitrógeno se produce mediante unas bacterias neutrófilas (Rhizobium meliloti) presentes en sus raíces.
Y la cuestión es la siguiente:
Estas bacterias dejan de reproducirse en suelos con alta acidez (pH por debajo de 5).
La acidez ideal del suelo para la alfalfa es un pH de 7,2. Si disminuye por debajo de 6,8 tendrías que realizar un encalado para incrementar los niveles de iones de calcio.
Como consejo que te doy, una forma muy orgánica de obtener la enmienda caliza es triturando cáscaras de huevo. Con 5 puñados por metro cuadrado es suficiente. Deberás mezclarlo con la tierra a unos 10 cm de profundidad.
La alfalfa requiere de abonado con fósforo y potasio antes de la siembra para no sufrir carencias en el desarrollo de sus raíces, en su capacidad de almacenamiento de reservas y en su resistencia al frío y a la sequía.
Profundidad de la siembra
OK, esto sí que es muy simple. ¿A qué profundidad sembrar alfalfa?
- Si el suelo es más bien arenoso, siembra a una profundidad de 2,5 cm.
- Si el suelo es más bien pesado, siembra a una profundidad entre 1 y 1,25 cm.
Otros cuidados de la alfalfa en el huerto
Riego: la alfalfa resiste a la sequía
Aunque la alfalfa es un cultivo bastante resistente a la sequía, como estos árboles de secano, conviene que la capa superficial del suelo se mantenga húmeda.
Sin embargo, tienes que evitar a toda costa que se produzcan encharcamientos.
Más que nada porque si hay encharcamientos, las raíces de la alfalfa se pudren con mucha facilidad.
¡Por esto es muy importante que el terreno tenga buen drenaje!
Durante la época de calor tendrás que regarla una o dos veces por semana, mientras que en el periodo frío será suficiente un riego cada quince días o ninguno si la tierra está húmeda por la lluvia. Lo ideal es instalar un sistema de riego por goteo.
Abono: importante el potasio y fósforo
Además del abonado inicial con fósforo y potasio que tienes que realizar antes de la siembra, debes abonar posteriormente para que no sufra carencias durante su vida y tenga un buen desarrollo.
Estos son los elementos que te irá bien aportarle periódicamente, y tiene lógica porque son dos nutrientes importantes en la nutrición de las forrajeras como la alfalfa, plantas que suelen emplearse para alimentar al ganado..
En concreto, el potasio se incorpora anualmente una vez finalizado el invierno.
Y por cierto, quizá no lo sabías pero hoy en día incluso se puede hacer forraje verde hidropónico (a partir de semillas como la alfalfa y también cereales como el trigo) que no necesita sustrato y crece en dos semanas.
Plagas y enfermedades en el cultivo de la alfalfa
Para ser sinceros, la alfalfa es una planta que puede (no tiene por qué, pero puede) sufrir un gran número de plagas y enfermedades diferentes.
A continuación encontrarás una lista con las enfermedades y plagas más comunes en el cultivo de alfalfa:
- Pulgones, insectos que se alimentan de la savia debilitando la planta.
- Gusano gris, son larvas que provocan el marchitamiento de las hojas.
- Mosca de la alfalfa, sus larvas atacan a las flores, pudiendo causar que se sequen.
- Gorgojos, se comen las hojas. Esta plaga puede aparecer en primavera.
- Trips, pequeños insectos de forma alargada y aplanada. Causan deformaciones en los brotes o flores.
- Nematodos, organismos muy pequeños (menos de 1 mm). Causan tallos cortos y frágiles, y hojas pequeñas y decoloradas.
- Verticilosis, enfermedad causada por un hongo que vive en el suelo y puede mantenerse latente muchos años. Provoca marchitamiento de tallos y hojas.
- Roya, aparecen unas manchas amarillas.
- Mildiu, poco frecuente en la alfalfa. Las hojas se ponen amarillas con aspecto variegado.
- Oídio, no afecta mucho a la alfalfa. Lo notarás por un moho blanquecino en las hojas debajo del cual hay unos puntos negros.
El día más esperado: ¿Cómo cosechar la alfalfa?
¡A los dos meses y medio, o tres meses desde la siembra ya podrás recoger tu primera cosecha!
La planta tendrá entonces más de 30 cm de altura y las hojas deberán estar verdes y frondosas.
Para cosechar tienes que cortar los tallos dejando unos 5 cm desde el suelo.

A partir de la primera cosecha podrás realizar nuevos cortes cada 30 días. En invierno cada 45 días.
No debes cosechar en época de lluvias puesto que podrías causar problemas con el moho.
Asociaciones favorables y rotación de cultivos con la alfalfa
Por sus grandes beneficios para el suelo, la alfalfa se utiliza en la rotación de cultivos.
El cultivo de alfalfa se rota especialmente con avena, frijoles y maíz.
Rotación de cultivos significa que durante un periodo (generalmente largo, de años) se siembra un tipo de cultivo, y posteriormente se siembra otro diferente.
Si lo piensas, esto tiene todo el sentido del mundo.
La razón es que cada planta aporta y extrae unos nutrientes algo diferentes de la tierra, con lo que la diversidad y la rotación de cultivos es una práctica muy lógica.
Beneficios de la alfalfa y las leguminosas en general
La alfalfa, como las leguminosas en general, es muy beneficiosa para regenerar el suelo ya que fija nitrógeno al suelo gracias a unas bacterias llamadas rizobios presentes en unos nódulos en las raíces de la planta.

Tiene un gran valor nutricional para la alimentación de los animales y el ganado, gracias a su gran aporte de proteínas, vitaminas y minerales.
También puede ser un gran fuente de vitaminas como A, B, C, D, E y K para las personas, especialmente si la consumes como germinada.
En esta fase su valor nutricional puede multiplicarse.
Resumen y conclusiones para plantar alfalfa en tu huerto, jardín o en maceta
Así que como conclusión, para sembrar y cultivar con éxito tu alfalfa, te doy estas claves como resumen del artículo:
- Elige un lugar que tenga por lo menos 6 a 8 horas diarias de luz solar directa.
- El terreno debe tener una profundidad mínima de 60 cm.
- Remueve el subsuelo con un arado topo para favorecer el drenaje.
- Aplica una enmienda caliza para disminuir la acidez del suelo.
- Fertiliza con un abono rico en fósforo y potasio.
- Siembra a comienzos de primavera o de otoño.
- Mantén húmeda la capa superficial de la tierra pero sin encharcamientos de agua.
- Cosecha cortando los tallos a una altura de unos 5 cm del suelo.
Es bastante resistente tanto al frío como al calor, así como a las sequías por la profundidad de sus raíces y otras características de la planta.
Posee grandes beneficios nutricionales para animales y personas por su alto contenido en proteínas y vitaminas.
Aporta nitrógeno al suelo y aumenta la materia orgánica.
Motivos por los que los agricultores introducen la alfalfa en la rotación de cultivos.
Así que si estás pensando en cultivar alfalfa, no lo dudes.
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Un abrazo enorme y hasta la próxima,
-Mario Angulo

Hola, me llamo Mario y soy un entusiasta de la jardinería y horticultura. También me encantan los animales y el aire libre. Como creador de Gracias Naturaleza, te ayudo a tomarte un descanso del mundo moderno, para vivir una vida más natural y en definitiva más feliz.