Quieres cultivar melisa, ¿no?
Haces bien. 🙂
Es una de las mejores aromáticas de huerto y también para maceta.
Y si la cuidas bien puede durarte incluso hasta 7 años.
Pero si la cuidas mal… pues bueno, lo más probable es que no consigas que sobreviva.
Por eso, en esta guía completa de Gracias Naturaleza te cuento todo lo que tienes que saber sobre cómo plantar melisa (también llamada toronjil) y cómo cuidarla en cuanto a sustratos, riego, podas y demás.
¡Vamos a ello!
Condiciones necesarias para cultivar melisa o toronjil
A ver.
Sé que quieres pasar a la acción y que te cuente ya de ya los pasos para sembrar melisa.
Pero hazme caso, antes de nada conviene repasar un poquito cuáles son los requisitos (cuidados, clima, riego y suelo) para que tu cultivo de melisa tenga éxito, tanto en huerto como en maceta.
Cuidados específicos de la melisa
Estos son los cuidados que va a requerir tu melisa para crecer sana y vigorosa:
- Sol o sombra: A la melisa le gusta estar en semi-sombra o directamente al sol.
- Clima: La melisa se desarrolla bien en climas templados con temperaturas idealmente entre 15 a 20 grados (aunque aguanta de 4 a 25 grados), por contra no soporta bien el frío ni las heladas.
- Sustrato: La melisa prefiere terrenos arenosos, profundos, húmedos y bien drenados, ya que los encharcamientos le perjudican bastante.
- Riego: Riegos moderados, una vez a la semana en verano y riegos más espaciados el resto del año, como planta mediterránea soporta cortas sequías.
- Abonado: Puedes aportar abono orgánico en la primavera.
- Poda: Poda al final del otoño a ras de suelo, y verás como en la siguiente primavera rebrota con fuerza.
Clima idóneo y necesidades de agua
La melisa es una planta mediterránea que será feliz si le proporcionas un clima templado, con temperaturas suaves sin cambios bruscos.
Se desarrolla bien en semi-sombra.
Y también al sol, siempre que la protejas de los rayos más intensos del verano si vives en una zona muy cálida, porque se podrían quemar sus hojas.
La temperatura ideal sería de 15 a 20 grados, pero se desarrolla bien desde los 4 a los 25 grados.
Repito: No soporta fríos intensos ni heladas.
Sin embargo sí que soporta cortas sequías. Así que para las áreas más de secano, puede que te sea posible plantar melisa en tu huerto aún si no eres capaz de regarla por tu propia mano (dependerá de cada caso).
Tipo de suelo y abonado en el cultivo de melisa
Respecto al suelo, la melisa no tiene muchos requerimientos y puede crecer en un suelo pobre.
Pero tiene sus preferencias. 🙂
Se desarrollará mejor en un suelo profundo, arenoso, húmedo y con buen drenaje para evitar encharcamientos. Por supuesto si el suelo es rico en nutrientes mejor se desarrollarán las plantas.
La melisa no requiere mucho abonado.
Si le proporcionas un abono orgánico o algo de compost 1 vez al año en primavera fomentarás su crecimiento y floración. Pero lo dicho, no es una obligación.
También se puede proporcionar después de la cosecha un fertilizante orgánico de cobertura enriquecido con nitrógeno.
¿Cómo regar la melisa?
La melisa requiere riegos de escasos a moderados.
La frecuencia y cantidad de agua dependerá de si tienes situada tu melisa al sol o en semi-sombra, y también según la estación de año.
A más calor más agua necesita. Obvio.
Como pauta general está bien regarla 1 vez a la semana en verano (como ves no es nada exigente, pero esto dependerá de lo que llueva en tu área y el calor que haga) y hacer riegos más espaciados el resto del año. Deja que seque un poco la tierra antes de regarla de nuevo.
Tolera cortas sequías.
Sin embargo los encharcamientos pueden producirle el pudrimiento irremediable de las raíces.
Esto es muy habitual en prácticamente todos los cultivos del huerto, y en concreto suele ocurrir en las hierbas aromáticas.
Así que es preferible que con el riego te quedes un poco corto a que te pases. Podrás notar que le falta agua si amarillean las puntas de sus hojas.
Poda de la melisa según la estación del año
Una manera de darle frondosidad a tu planta es pellizcar los pimpollos o brotes tiernos.
Si lo haces con regularidad verás como van saliendo nuevos brotes.
La melisa es una planta que no aguanta bien los fríos del invierno si estos alcanzan temperaturas cercanas a los cero grados… En otoño y tras la última cosecha te recomiendo cortar la planta a ras de suelo, y cubrir las raíces y rizomas con una capa de mantillo, de esta forma quedará más protegida durante el invierno.
Siembra y plantación del melisa: ¿cómo plantar?
La melisa se reproduce muy fácilmente con semillas. Otras formas de reproducción son por esqueje y por división de plantas.
¿Cómo plantar melisa desde semilla? Pasos a seguir
Aquí te cuento como sembrar melisa paso a paso:
- Te recomiendo sembrar en semillero.
- La temperatura del semillero debe ser cálida, alrededor de 22 grados.
- Ve colocando las semillas separadas entre sí.
- Cubre con tierra las semillas, 0,3 centímetros por encima o incluso menos.
- Riega con cuidado y mantén la plantación húmeda hasta que germinen (unos 10 días).
- Vigila que después de regar el sustrato no quede encharcado.
Mejor época de siembra
La mejor época para sembrar semillas de melisa es primavera o verano.
La melisa necesita calor para germinar bien, unos 22 grados.
Con esta temperatura y humedad constante germinarán en un plazo de unos 10 días.
La melisa es una planta invasora, si las condiciones le son favorables se va a expandir horizontalmente ocupando todo el terreno que pueda.
Así que si ya tienes una planta de melisa, la forma de reproducción más rápida y efectiva es por división de matas. Esta tarea también la puedes hacer en primavera y verano.
Distancia para sembrar melisa
Cuando siembres o trasplantes en terreno deja una distancia entre plantas de melisa de 30 centímetros.
Es una planta que se expande horizontalmente y necesita este espacio para crecer correctamente.
Si vas a hacer surcos o hileras, deja una distancia de 20 o 30 centímetros entre hileras.
Cultivar melisa en maceta es 100% posible
La melisa se puede cultivar muy bien en maceta.
De hecho muchas veces se elige cultivarla en maceta debido a que es invasiva, y de esta forma se tiene bajo control más fácilmente.
Prepara el sustrato para macetas, te podrá servir una mezcla de arena y compost.
¡Es muy importante que tenga un buen drenaje!
Por favor también asegúrate de que tu planta recibe al menos 5 horas de luz al día, y espera a que la superficie se seque antes de volver a regar (sin encharcar).
Cada varios años podrás dividir tu melisa y plantar cada parte en otras macetas para obtener nuevas plantas. Lo bueno de la melisa es que es una planta un tanto longeva.
Cosecha de la melisa: cuándo y cómo se hace
Si tienes tu maceta de melisa en casa puedes recoger hojas frescas de melisa prácticamente todo el año, cada vez que necesites.
Ahora bien…
Si tienes una plantación más extensa en tu huerto y jardín, el primer año puedes hacer una cosecha en el mes de julio, que ya te digo que no será demasiado abundante.
Los siguientes años puedes hacer una primera cosecha en mayo o junio, y otra segunda cosecha ya en septiembre.
Así que la cosa cambia… aunque no mucho.
También he de decirte que en esta segunda cosecha se corta muy bajo, a ras de suelo, y se suele cubrir con una capa de compost o mantillo, así rebrotará con fuerza desde los rizomas en la siguiente primavera.
La primera cosecha del año será más rica en aceites esenciales.
Ten cuidado con la manipulación de las hojas porque son bastante delicadas, dado que las presiones y la luz solar las pueden estropear fácilmente.
Puedes consumir las hojas frescas, o si tienes excedentes puedes congelarlas o secarlas.
El proceso de secado cosiste en extender las hojas sobre una superficie en un lugar ventilado. Cuando estén secas las puedes triturar y guardarlas en frascos de cristal cerrados herméticamente.
Características de la melisa como planta muy interesante
La melisa (Melissa officinalis) es una planta herbácea perenne que procede del sur de Europa. También se le llama toronjil, citronela o hierba de limón.
Puede crecer unos 80 centímetros de forma frondosa, y presenta hojas de un color verde intenso con forma ovalada y bordes dentados.
La melisa tiene un intenso aroma a limón y un sabor ligeramente amargo. Florece entre junio y agosto, dando una flores de un color blanco rosado que tienen un néctar muy atractivo para los polinizadores.
Es un miembro de la familia de la menta y la hierbabuena, y al igual que estas es también invasiva.
La melisa puede durarte de 7 a 8 años si la proteges bien de las heladas del invierno.
Usos, propiedades y beneficios de la melisa
La melisa la puedes consumir en forma de infusión o en forma de aceite esencial, también puedes usar directamente sus hojas frescas.
En tu huerto o jardín la melisa va a tener un papel importante: con el néctar de sus flores atrae a abejas y otros insectos polinizadores, y por su olor cítrico y los componentes de sus aceites esenciales aleja a otros insectos indeseables como los mosquitos.
En la cocina te servirá para aromatizar y condimentar tus platos, sopas, helados y bebidas.
Tiene un delicioso aroma a limón que va muy bien con los pescados, y aporta una sensación refrescante en ensaladas y bebidas.
El aceite esencial se usa mucho en aromaterapia, en perfumería y cosmética, e incluso se usa como aromatizante en la industria alimentaria, en la preparación de licores, etc.
Tomando una infusión de melisa te aprovecharás de los innumerables beneficios que nos ofrece:
- Tiene propiedades calmantes y relajantes, así que está recomendada en casos de estrés y ansiedad.
- Tiene propiedades diuréticas.
- Alivia digestiones pesadas, gases, etc.
Plagas y enfermedades más frecuentes de esta aromática
La melisa no suele sufrir muchas enfermedades.
Estos son algunos problemas que puede presentar en ocasiones:
- Septoriosis: Aparecen manchas oscuras en la base de la planta.
- Oídio: Es un hongo que aparece en forma de manchas blancas sobre las hojas.
- Roya: Es un hongo que provoca pústulas naranjas en los tallos y en el envés de las hojas.
Y entre las plagas que le afectan están las babosas y los nematodos.
Presta atención a los riegos excesivos y a los encharcamientos, ya que podrías causarle la podredumbre de las raíces.
Resumen y conclusiones
Como conclusión, para que tengas de un solo vistazo las condiciones idóneas para cultivar melisa, aquí te dejo un resumen:
- Puedes reproducir melisa fácilmente con semillas, y también con esquejes o por división de planta.
- Elige un suelo arenoso, profundo y bien drenado.
- Ubica tus plantas de melisa en un lugar fresco y soleado, o en semi-sombra.
- Riegos de moderados a escasos, una vez a la semana en verano, y que nunca quede encharcado.
- Proporcionales algo de abono, y una poda al año.
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Un abrazo enorme y hasta la próxima,
-Mario Angulo
Hola, me llamo Mario y soy un entusiasta de la jardinería y horticultura. También me encantan los animales y el aire libre. Como creador de Gracias Naturaleza, te ayudo a tomarte un descanso del mundo moderno, para vivir una vida más natural y en definitiva más feliz.