Enhorabuena.
Si estás aquí, sabes lo importante que es abonar bien.
Así que te estás preguntando cómo hacerlo.
Te doy la enhorabuena porque eso ya demuestra que vas por buen camino. 🙂
Verás, yo ya he escrito una guía sobre cuándo abonar y otra sobre con qué abonar…
Pero hoy te contaré CÓMO abonar. Divido esta guía de Gracias Naturaleza en 3 cuestiones: una para plantas en maceta, otra para huertos y otra para bancales.
¿Suena bien? Pues al lío.
Primera cuestión – ¿Cómo abonar plantas en maceta?
Lo primero que tienes que distinguir es el ambiente en el que se encuentran las macetas, ya que será diferente abonar plantas de interior vs aquellas que están en el exterior.
Cabe destacar, que los huertos urbanos en macetas suelen estar al aire libre, pero también hay quienes prefieren crearlos en espacios de interior.

Por supuesto, tienes que tener en cuenta las CARACTERÍSTICAS de las plantas en sí mismas.
Por ejemplo, la lavanda es de mis hierbas aromáticas favoritas, y efectivamente la puedes tener en maceta, pero esta no requiere de mucho abonado porque está acostumbrada a vivir en suelos pobres.
Así que antes de nada, yo te recomiendo buscar en este blog (Gracias Naturaleza) el nombre de las plantas que tienes para encontrar una guía específica con sus cuidados.

Sea como sea, unas pautas útiles son los siguientes:
- Si tus macetas están en el exterior, te recomiendo que las abones con humus de lombriz o con compost de manera superficial. Este tipo de abono orgánico también va genial incluso para abonar frutales en macetas, o cualquier planta de tu jardín.
- Mientras que, si tus plantas están en interior, puedes considerar usar abonos líquidos que puedas disolver en agua de riego y aplicar de manera foliar (sobre las hojas de la planta).
Ambos métodos se pueden usar para abonar plantas de maceta tanto en interior como en exterior.

Aparte, también puedes optar por abonos inorgánicos de presentación granulada.
Como el típico fertilizante triple 15 o el abono azul. Estos abonos químicos tienen presentaciones granuladas y tienen concentraciones balanceadas de nitrógeno, fósforo y potasio.
Estos se aplican en la superficie del sustrato y se cubren con un poco de tierra para facilitar su disolución.
Recuerda seguir las dosis y frecuencias sugeridas por el fabricante, ya que los componentes y cantidades pueden variar.
Segunda cuestión – ¿Cómo abonar un huerto urbano?
Existen dos formas de realizarlo:
Abono superficial
Esta es la forma menos utilizada, ya que la efectividad del abono disminuye considerablemente. Sin embargo, hay quienes optan por ella por su fácil aplicación.

Tan solo debes esparcir el abono en la superficie del sustrato, para que sea el riego el que se encargue de distribuir los nutrientes hacia las raíces y el resto de la tierra.
¿Con qué abonar? Pues al igual que en el caso de abonar plantas de maceta, puedes utilizar compost casero, humus de lombriz, turba, estiércol compostado, abonos líquidos o incluso abonos químicos granulados o en otras presentaciones.
Abono subterráneo
En lo particular, esta es la forma que más te recomiendo. Extiende una capa de abono en la tierra y mezcla un poco con la tierra dicho abono. Esto mejorará notablemente la textura y estructura de tu suelo.
Si eso te interesa, también te recomiendo leer mi guía sobre qué es el biochar y para qué sirve.
Ese material está revolucionando el mundillo de la agricultura ecológica.
Te ayudará a mejorar la textura del suelo en grandísima medida.
Ahora bien, una de las formas más comunes de tener tu huerto urbano es por medio de bancales. Si este es tu caso, la siguiente sección te interesará y mucho.
Tercera cuestión – ¿Cómo abonar bancales?
Los bancales elevados tienen varias ventajas, así que se están poniendo de moda.
El método que te aconsejo realizar es el del bancal profundo.

Puedes abonar tus bancales de esta manera una vez al año, preferiblemente al culminar el invierno con abonos orgánicos como: estiércol curado, compost o humus de lombriz.
Te recomiendo que este proceso lo realices unos 3 días después de la última lluvia para que la tierra esté con la textura ideal:
- Extrae las hierbas de tu bancal hasta dejarlo limpio.
- Añade una capa del abono orgánico de aproximadamente unos 5-10 cm de grosor.
- Utiliza una pala plana para retirar la primera línea de tierra abonada a lo largo del bancal. Deposita todo este material en una carretilla para facilitar la labor. Además, te recomiendo que te guíes con el grosor de la pala para que no retires tierra de más.
- Una vez tengas cavada esta zanja, comienza a desplazar la segunda línea del mismo ancho hacia el espacio vacío del bancal. Continúa así sucesivamente hasta que llegues al final. Es probable que en este paso te encuentres con algunos lotes de tierra compactada. Lo mejor es romperlos con la misma pala para que el sustrato quede lo más suelto e integrado posible.
- Cuando hayas llegado al final del bancal, te quedará un hueco similar a la zanja que cavaste inicialmente, pero en el extremo contrario. Utiliza este espacio para volcar tu carretilla con la tierra que habías extraído y procede a mezclarla bien.
- Culmina tu abonado rastrillando toda la estructura para que quede uniforme.
- Por último, te recomiendo que no pises tu bancal hasta el próximo año cuando vuelvas a abonar.
¿Qué tal?
¿Ya te va quedando claro?
Más allá de saber cómo abonar macetas, huertos o bancales, hay ciertos ASPECTOS EN COMÚN que siempre tendrás que tener en cuenta, abones el tipo de estructura que abones.
Por esta razón, en la siguiente sección te voy a dar 5 consejos de abonado que resultan esenciales.
5 Consejos avanzados para abonar las plantas correctamente
La realidad es que la naturaleza es muy diversa y cada planta tiene unos requerimientos particulares. Por lo que no existe una fórmula exacta de abono que les haga bien a todas por igual.
Las necesidades de cada cultivo van a depender de un sinfín de factores, como el tipo de planta, el clima, la temporada en la que quieras abonar, así como el sustrato y el agua que utilices.
Sea como sea, ojo al dato:
Puedes IDENTIFICAR cuál es el mejor abono para cada planta de tu jardín con solo seguir los siguientes pasos:
1. ¿Qué nutrientes le faltan a tu suelo?
Existen muchos tipos de suelo.
Suelo arcillo, suelo limoso, suelo calizo, etc. ¡Es un lío!
Y personalmente, no quiero abrumarte ahora mismo con ese tema, porque ya he escrito muchas guías detalladas sobre los tipos de suelo.
La cuestión es que no todos los suelos tienen la misma cantidad de nutrientes. Asimismo, debido a que las plantas absorben los nutrientes a través de la tierra (exceptuando a las plantas de aire como la espectacular tillandsia), es útil que conozcas su perfil nutricional. Esto lo lograrás mediante un análisis de suelo.

Existen diversas formas de hacerlo, ya sea comprando un test, contratando un servicio o con algunos materiales de forma casera.
Una vez que obtengas los resultados, puedes proceder a abonar tus plantas dándoles abonos que sean ricos en los nutrientes que más falten en la tierra.
2. ¿Sabes qué significa NPK?
Estas siglas corresponden al símbolo químico del: Nitrógeno (N), Fósforo (P) y Potasio (K).
Son los nutrientes principales necesitan las plantas para vivir, crecer y reproducirse.
¡Aunque hay más! ¡Muchos más!
De hecho, existen hasta 13 nutrientes básicos para las plantas, y cada uno de ellos cumple un rol esencial en su desarrollo.

Se dice que NPK son los macronutrientes primarios, porque son los que las plantas absorben en mayor cantidad, pero son igual de importantes que el resto de los nutrientes.
Ten en cuenta que no siempre van a requerir cantidades iguales de todos los nutrientes, por lo que debes aportar solo aquellos que necesiten para no saturar a la planta.
Por ejemplo, a la hora de abonar flores para conseguir una buena floración, es importante no descuidar el potasio… porque el potasio es muy importante para la floración y fructificación de las plantas.
3. ¿Importa o no importa el pH del suelo?
Otro valor importante que te recomiendo saber en el análisis es el pH del suelo.
El pH es un valor químico MUY IMPORTANTE en jardinería u horticultura.
Así que no subestimes, por favor.
Verás, el pH importa por dos razones… La primera es que hay plantas a las que un pH muy bajo (ácido) les va mal. También hay plantas a las que un pH muy alto (alcalino) les va mal.

Estas últimas se conocen como plantas acidófilas, pues prefieren un pH de entre 5,5 y 6,5 (es decir, bastante ácido, teniendo en cuenta que el pH neutro es 7). Algunos ejemplos populares de plantas acidófilas son: hortensias, camelias, helechos, brezo, ebúrnea, arce japonés y dafne.
¿Por qué te cuento esto en una guía sobre cómo abonar?
Simple y llanamente, para que evites abonar estas plantas con sustancias que elevan el pH del suelo. Esto lo hace más alcalino y les puede perjudicar.
Por ejemplo, no eches cal al suelo.
En general, la cal es buena porque aporta calcio a las plantas… pero resulta que también reduce la acidez del suelo, así que tienes que tener cuidado con la cal y las plantas acidófilas.

Por otro lado, hay cultivos en los que la cal va genial, como en el cultivo de la alfalfa, porque a esta planta leguminosa no le gustan nada los suelos ácidos.
Aparte, si planeas cultivar plantas acidófilas, también te recomiendo echar un ojo a mi artículo sobre los suelos ácidos y cómo acidificar el suelo. ¡Te será muy útil!
4. ¿En qué época del año es mejor abonar?
Como regla general, te recomiendo que abones durante la etapa de desarrollo de las plantas.
Esto varía según la especie de cada planta, pero generalmente suele ser entre primavera y verano, cuando no llueve mucho y las temperaturas son más calurosas.
De hecho, la mayoría de las especies frutales se abonan en primavera.

Aunque no es algo obligatorio.
Hay varios ejemplares en los que se considera más bien opcional, como pasa con las frambuesas, los arándanos y los almendros.
Ten en cuenta, que para conseguir frutas gordas y en abundan, lo más importante es regar los árboles frutales en abundancia – pero sin que se encharque el terreno, para que no se pudran las raíces.
5. ¿Es mejor abonar antes o después de regar?
Pues es una respuesta complicada.
Abonar cuando existe una sequía es contraproducente, debido a que puedes quemar las raíces de la planta.
Pero tampoco es bueno abonar sobre suelos extremadamente mojados, ya que el agua puede lixiviar los nutrientes.
Por lo tanto, el momento idóneo para abonar es tras del tercer día del último riego, aproximadamente.
Evidentemente esto no es una ciencia exacta, pero va bien tenerlo en mente.
Y ya que estamos hablando de si es mejor abonar antes o después de regar, voy a aprovechar para responder también a una pregunta MUY común…
¿Es mejor abonar antes o después de sembrar?
Lo más correcto es abonar antes de sembrar, pero asegúrate de seguir previamente los consejos que te detallo a continuación:
- Selección: Elige el espacio adecuado en el que vas a sembrar, ya sea en suelo, semilleros, macetas o bancales.
- Limpieza: Si vas a replantar tu huerto para la próxima temporada, primero debes deshacerte de las malas hierbas y restos del cultivo anterior. Procura que el sustrato quede lo más prolijo posible, ya que en caso contrario las antiguas hierbas podrían absorber el abono en lugar de la nueva siembra.
- Descompactación: Asegúrate de remover la tierra para oxigenarla, sobre todo si está está compactada. Recuerda que deben haber pasado al menos 3 días desde el último riego. Luego de que obtengas una consistencia fina y esponjosa en tu terreno, ya estará lista para añadirle el abono.
- Nivelación: Ahora rastrilla la superficie para nivelarla, de modo que el abono se mezcle bien con el sustrato.
- Riego ligero: Por último, finaliza con un riego ligero de agua filtrada. ¡Y ya puedes proceder a sembrar!
Ya te haces una idea, ¿no?
Es un proceso sencillo, y como te digo es mejor abonar antes de sembrar.
EXTRA: No cometas estos errores
Como agradecimiento por llegar hasta el final de este artículo, te dejo un enlace con el que descargar gratis mi ebook: 10 errores a evitar en tu huerto o jardín.
¡Te aseguro que te será muy útil!
Tan útil o más incluso que este artículo sobre compost y abono. 😉
Un abrazo enorme y hasta la próxima,
-Mario Angulo

Hola, me llamo Mario y soy un entusiasta de la jardinería y horticultura. También me encantan los animales y el aire libre. Como creador de Gracias Naturaleza, te ayudo a tomarte un descanso del mundo moderno, para vivir una vida más natural y en definitiva más feliz.